BOCA “EMPEZÓ” EL AÑO
Abrió su 2018 con la vuelta de Tevez, ovacionado, y un 2-0 sobre Colón
Boca debutó oficialmente en 2018 con Tevez aclamado, mejoró, le ganó a Colón y se aleja arriba
El verano de Boca no era utilitario. Guillermo Barros Schelotto apenas había podido sacar una sola conclusión: Carlos Tevez lo obligaba a poner en mente un único sistema táctico, el 4-2-3-1. Por otro lado, los resultados adversos ante Godoy Cruz (3-2), Aldosivi (2-2 y posterior derrota por penales) y River (1-0), a la vez de una pequeña preocupación, le brindaban una gotita de esperanza: en ninguno de aquellos partidos había participado su equipo ideal, ese que parece imparable en la Superliga. Anoche reinició felizmente el torneo doméstico ante Colón (2-0) con algo cercano a los mejores once hombres y no quedaron dudas: Boca no tiene dos equipos.
Los contrastes son muy claros. No todo el plantel con el que cuenta hoy el Mellizo está a la altura del nivel que pueden mostrar los mejores. Las ausencias de Edwin Cardona, Wilmar Barrios y Frank Fabra, por el suceso escandaloso que involucró a los dos primeros, que sufrió en los amistosos, sumadas al desgarro de Pablo Pérez, le impidieron mostrar la verdadera cara. En la victoria ante el sabalero, sí se vieron destellos de ese Boca que gusta y que tiene una jerarquía inigualable para el resto. Sin sobrar, le alcanzó para ganar contundentemente.
Cuando están los principales y más importantes intérpretes, los xeneizes le ponen mucha calidad a las jugadas. Y solo le bastan dos minutos de partido para triangular a un toque, que aparezca un taco en el aire en forma de asistencia (de Walter Bou) y tener el camino libre para comenzar a inclinar la historia a su favor, como ayer lo consiguió Cris- tian Pavón cuando tuvo tiempo para pensar y definir al segundo palo. o también, puede haber momentos de un dúo de tacos entre el Nº 7 y Nahitán Nández, previo a que el Apache la enganchara mal y desaprovechara la posibilidad de aumentar el resultado.
Boca, con los mejores, disimula los bajos rendimientos de jugadores que, por obligaciones o decisiones, deben formar parte del primer equipo. Porque la versión de anoche de Tevez, lejos de permitirle ser figura, no fue la misma que en el superclásico, donde se lo vio muy pobre, con poca influencia, mal físicamente. En el triunfo ante los santafesinos asistió a Nández para el segundo gol, estuvo activo permanentemente, con ganas, siendo inteligente ante los espacios y, sobre todo, entendiéndose con Bou, como en sus últimos partidos antes de partir a China, en los que había dejado a la vista una química muy diferente a la que tenía por ese entonces con Darío Benedetto.
Lo propio pasó con Bou. Venía siendo criticado por su bajo nivel en los pocos minutos en los que estuvo tapado por el Pipa, pero anoche se soltó y estuvo más cómodo, aunque no jugó un partido como los de aquella racha. Y hasta se puede mencionar a Jara, que no jugaba desde el año pasado por una fuerte lesión, pero el equipo lo ayudó para que no sufriera defensivamente y tenga instantes importantes en el ataque.
Con la presencia de Carlitos hacen falta aceitar muchas cosas. El desgaste físico que genera la nueva idea es un punto importante a tener en cuenta de mitad de cancha en adelante. También la organización, muy distinta a la de antes. El verano no era utilitario, pero con su tropa (casi) completa por primera vez en el 2018, volvió a ganar oficialmente y estiró a seis puntos la diferencia con San Lorenzo. Como acostumbra a hacerlo.