El contador de los Kirchner quiere ampliar su declaración
Ercolini lo citó para el 8 de marzo; podría aportar nuevos datos
El detenido Víctor Manzanares, contador de los Kirchner y depositario de todos sus secretos financieros, volverá a ampliar su declaración indagatoria ante la Justicia en la causa Hotesur, en la que se investiga al empresario Lázaro Báez por lavar dinero al pagar supuestos retornos a la expresidenta Cristina Kirchner como si fueran alquileres de habitaciones hoteleras.
La nueva declaración de Manzanares, que se concretará el 8 de este mes, alentó las especulaciones acerca de que pudiera convertirse en un “arrepentido” que aporte información a la causa a cambio de verse beneficiado con una reducción de la pena, ante una eventual condena.
Sin embargo, para que eso ocurra, el detenido debe primero acordar los términos de su declaración con el fiscal Gerardo Pollicita, y hasta anoche nada de eso había ocurrido.
Manzanares reconoció haber borrado con Liquid Paper los libros contables de Hotesur por pedido de la expresidenta y está preso en el penal de Marcos Paz desde julio del año pasado.
El juez Ercolini también aceptó un pedido para declarar otra vez de Jorge Marcelo Ludueña, titular de la escribanía en la que se asentaron movimientos de los hoteles de los Kirchner y al que el juez federal Claudio Bonadio incluyó entre los 20 acusados de la causa Los Sauces. Ludueña fue citado para el 7 de marzo, también a las 10.
La expectativa, sin embargo, está puesta en la indagatoria de Manzanares. Cerca de la exdiputada Margarita Stolbizer y de su abogada Silvia Martínez –denunciantes en las causas Los Sauces y Hotesur– creen que el contador podría complicar aún más la situación de la expresidenta.
Al mismo tiempo que Ercolini citó al contador, dispuso inhibir las sociedades de Lázaro Báez –Austral Construcciones SA, Kank y Costilla SA, Loscalzo y del Curto SRL, Badial SA, La Estación SA, Don Francisco SA, Alucom Austral SRL y Diagonal Sur Comunicaciones SA– y ordenó la prohibición de innovar sobre sus acciones o cuotapartes y de distribuir dividendos.
Con esto busca proteger el patrimonio de las sociedades y evitar que desaparezcan, ante la posibilidad de que el Estado pueda recuperar el dinero de la corrupción que le reclama al empresario.
En esta causa, Ercolini escribió que tomaba la medida porque las empresas en cuestión habrían sido utilizadas por Báez como vehículo para que el dinero ilícito llegara a las manos de los Kirchner.
Manzanares ya declaró anteriormente en esta causa y había complicado a Cristina Kirchner, al admitir maniobras poco claras en el manejo de los libros contables de los hoteles patagónicos. Interrogado por Pollicita, el contador reconoció que había realizado cambios en esa documentación, pero dijo que lo hizo por orden de la expresidenta. Explicó que introdujo “enmiendas” con Liquid Paper, pero aseguró que “no obedecieron a ningún error malicioso” y relató la trastienda de las “correcciones”.
Señaló que luego del fallecimiento de Néstor Kirchner colocó en las actas de la empresa que a una asamblea de accionistas habían concurrido Cristina, Florencia y Máximo Kirchner.
Pero posteriormente la sobrina de Cristina y presidenta de la sociedad, Romina Mercado, le acercó los libros a su tía, quien le indicó que “debía consignarse que concurría a esos actos Máximo Kirchner por sí y en representación de la sucesión de su padre”. Manzanares lo modificó. El contador señaló que Báez era el locatario de los bienes de los expresidentes y aseguró que se encargó de la “faz impositiva”.