Estudiantes, con poco, arrancó con un empate fuera de La Plata
MONTEVIDEO.– “Un empate justo”, así definió el DT pincharrata, Lucas Bernardi, el partido de anoche, que marcó el debut de Estudiantes de la Plata en la Libertadores. Nacional quiso más, pero no pudo. Se enfrentó a un equipo argentino que supo manejar un partido que le representaba dificultades, porque el
tricolor venía con el empuje de eliminar en esa misma cancha a Banfield la semana pasada. No fue un partido vistoso: salió trabado, entreverado. Nacional pretendió más, pero no hizo méritos suficientes como para quedarse con la victoria. Estudiantes no brilló, aunque sí logró manejar el desarrollo. Y el tiempo le corría a favor, para mantener el empate a cero y para mantener expectativa hasta al final. Sin arriesgar demasiado, esperaba sorprender con un gol ante un descuido local. El manejo de pelota que tuvo Estudiantes, sin profundidad, pero defendiendo bien, le fue bajando el ritmo que quiso imponer Nacional. El local buscaba vértigo, presionar, ahogar en el área a su adversario, pero no generó situaciones de gol. El tricolor uruguayo no podía hilvanar jugadas como para arrimarse al arco con la sensación del toque mortal. El DT local, el Cacique Medina, gritaba desde el costado y le pedía más a su equipo, reclamaba fuerza y avance. Pero al fútbol no se gana solo con ganas. Las ofensivas platenses fueron pocas, aunque le bastaron para no permitirle a Nacional imprimir el ritmo rápido. Lo logró sobre mitad del primer tiempo, mientras que en la segunda etapa hubo momentos para uno y para otro. Nacional fue puro empuje, sin armonía en su avance ni una estrategia para aprovechar alguna vulnerabilidad de Estudiantes. Por eso fue empate y sin emociones.