LA NACION

los DNU de sampaoli traen retoques y alarmas por una mandíbula de cristal

El DT mantendrá la línea de 4 y no excluirá a nadie, pero se convenció de algunos puntos: Mascherano y Rojo no pueden ser titulares, Higuaín no supera su trauma y Funes Mori no llegará a Rusia; inquietud por la fragilidad emocional

- Cristian Grosso

Detrás de la explosión, Jorge Sampaoli se propuso no dejarse llevar por la onda expansiva. Ya el cachetazo fue suficiente­mente estruendos­o como para, además, poner todo bajo sospecha y discusión. Entonces, camino a Rusia no habrá convocator­ias sorprenden­tes ni jugadores condenados al destierro. El técnico no hundirá el bisturí. Navega entre su convicción y algo de resignació­n: siente que no hay más. Por eso, aceptada la lección de España y transitada­s las primeras horas de amargura, Sampaoli ya piensa en lo que vendrá. Y detrás del vendaval, la nacion averiguó que el DT hasta se atreve a bosquejar la formación que debutará el 16 de junio ante Islandia, en Moscú: Romero; Mercado/Bustos, Otamendi, Fazio y Tagliafico; Biglia y Banega; Lanzini, Messi y Di María; Agüero. Los cuatro de arriba no jugaron en Madrid y allí ancla parte de la esperanza: que las piezas de real jerarquía acerquen soluciones.

Sampaoli había anticipado que le faltaba definir el 20% de la lista. Y después de la gira está más o menos en el mismo lugar. Salió de Buenos Aires con 17 apellidos afirmados, después de la victoria con Italia sintió que podía trepar hasta 20 y regresó a Ezeiza nuevamente con entre 15 y 17 casilleros ocupados. El entrenador apostaba por tener casi todo resuelto para empezar a dar certezas. Pero tendrá que esperar, y ese es el primer cambio de planes después de la paliza de España: tendrá que tomarse más tiempo para definir esas seis o siete plazas en danza. ¿Quién se ganó un lugar? Lanzini, definitiva­mente el gran vencedor. ¿Quién salió más perjudicad­o? Rojo, de seguro pasó a estar en observació­n. El entrenador constató que su nivel no le alcanza para jugar en la elite internacio­nal.

Como si se tratase de una causa nacional, Sampaoli ya tiene redactados sus DNU, en este caso, sus Decisiones de Necesidad y Urgencia para tratar de calmar las aguas con proa a Moscú. La gira confirmó detalles que intuía: jugadores que no pueden ir al Mundial y otros que no pueden ser titulares. Y, corroboró, que el amistoso con España era desaconsej­able tan cerca del Mundial. Pero él también se equivocó: con apenas un puñado de prácticas, buscó discutirle la posesión a una potencia que marca época en ese rubro. Según fuentes cercanas al cuerpo técnico, a las que accedió la nacion, los próximos pasos pueden concentras­e en las siguientes medidas:

1.- No borrará a nadie. La base del plantel no sufrirá recortes. Estos son sus jugadores porque no encuentra mejores. Los históricos, como Messi, Mascherano, Biglia, Di María, Agüero, Banega, Romero e Higuaín. Sí, Higuaín, que no lo convence totalmente, pero estará en Rusia. Los intermedio­s, como Otamendi, Mercado, Guzmán y Salvio. Y los nuevos, como Acuña, Lanzini, Lo Celso y Tagliafico. Bustos –el lateral derecho es la posición más endeble–, Pavón, Caballero y Rojo estarán bajo un seguimient­o especial.

También el atrevido Meza y Enzo Pérez, un ausente que se cotizó. La gira expuso a todos: a Funes Mori, por ejemplo, que no está en condicione­s de jugar en la selección. El DT prefiere no hacer experiment­os con otras piezas, además ya no habrá ventana de amistosos para probarlos. Icardi, Kranevitte­r, Ascacibar o Pezzella no figuran en la carpeta del técnico.

2.- Mantendrá la línea de 4. Los seis azotes en el Wanda Metropolit­ano no cambiarán la idea de defenderse con cuatro jugadores. Aunque, vale repetirlo, no es el dibujo favorito de Sampaoli, que prefiere la línea de 3. ¿Entonces? Siente que la construcci­ón del juego que busca, con un “protagonis­mo desmedido”, demanda una cancha ancha y profunda, con la imprescind­ible intervenci­ón de los laterales. Además, y claro que no es un detalle menor, Messi los quiere y necesita para que cumplan tareas de distracció­n, para que desborden y él pueda aparecer por el área como un falso N°9, para que él pueda cerrarse a posiciones interiores, para sorprender con un cambio de frente… 3.- No llamará a un psicólogo.

“Los primeros 20 minutos del segundo tiempo fueron decepciona­ntes e inexplicab­les”, le confió a la nacion un allegado al cuerpo técnico. Y no

solo por los aspectos futbolísti­cos. A Sampaoli lo alarma la fragilidad emocional del grupo ante la adversidad. ¿Ejemplo 1? Higuaín falla y se trauma. ¿Ejemplo 2? Nigeria le marcó tres tantos en 19 minutos, y España, cuatro, en 22 minutos. Después de un paso en falso llega el desmoronam­iento y, luego, la metralla de goles en contra. Falta concentrac­ión, rebeldía y hasta picardía para sobrelleva­r y superar momentos negativos. Quizá, un residual de tantas bofetadas en los últimos años. Pese a cierta impotencia que invade al técnico, no piensa pedirle colaboraci­ón a la ciencia: rechaza la intervenci­ón de un profesiona­l y no le hará lugar a un psicólogo deportivo. 4.- Basta de Biglia-Mascherano.

Fue un mal ensayo que Sampaoli no repetirá. Se equivocó. Dos volantes similares, que se mueven a alturas parecidas y no ofrecen matices para el inicio ni la elaboració­n. El titular, a 77 días del Mundial, es Biglia y Mascherano será su suplente. Después de la derrota con Nigeria, el técnico se convenció de que el Jefe no podía ser zaguero. Ahora, entendió que tampoco puede ser volante ante rivales de elite. “Mascherano no está [para jugar]…, pero debe estar”, resumió alguien del círculo íntimo. Irá al Mundial por lo que re-

presenta y por su ascendient­e en el grupo. Sí, por razones que se cocinan más afuera de la cancha.

5.- Siempre al ataque. La atracción ofensiva no la negociará Sampaoli. Ni aunque en los últimos días se haya activado alguna línea interna que le sugiere que “para ganar un Mundial no te tienen que hacer goles”. Pese, también, a que algunos lo invitaron a analizar que, sin tantos jugadores de jerarquía, quizá no convenga intentar atropellar a todos los rivales. Que puede haber otros caminos. Sampaoli no escucha y sigue. 6.- Dybala tendrá que brillar.

Según Sampaoli, Lanzini entendió todo lo que debe hacer el socio de Messi. Le alcanzaron algunas prácticas en Manchester. Lo Celso, también. Dónde ubicarse, cómo complement­arse con el capitán… Todo lo que Dybala no lee, filtra el cuerpo técnico. Pero Dybala todavía no está afuera del Mundial, aunque tendrá que sostener su repunte en Juventus para ponerlo en apuros al entrenador. Quizá, el hueco en la lista se lo termine inventando como una opción como centrodela­ntero, una alternativ­a para Agüero o para el atribulado Higuaín. Lautaro Martínez será el futuro; en los detalles de la gira, Sampaoli comprobó que aún lo envuelve un proceso formativo.

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Reuters/ craig brough serán días trascenden­tes para sampaoli en su búsqueda de enderezar la marcha de la selección rumbo a rusia

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