el trabajo de los autores
Cada tema abordado en el libro que Cedol entregará durante su encuentro de este año implicó un análisis específico por parte de sus autores. Así, Pablo Pileggi explicó que consideró “lo que se debe tomar en cuenta al momento de invertir o no en tecnologías para la logística a la hora de presupuestar, estimar, hacer seguimiento, análisis de impacto y beneficios y tratar de tomar conciencia de que ese tipo de inversiones es para aportar al negocio y que siga creciendo en beneficio del servicio y del cliente”. Por su parte, Juan José Garassino dijo que trabajó junto a Gustavo Briozzo en “sistemas satélites, que no son las aplicaciones de los sistemas de logística en sí, sino los que se integran desde lo planetario: vigilancia, control, seguimiento de unidades. Entrarían seguridad, neumáticos, mantenimiento de la línea productiva de la empresa, desde que tomamos la carga hasta que la entregamos: apiladores, sorters, que también requieren un sistema de mantenimiento”, dijo. Gerardo Montiel señaló que tomaron “un proyecto con cuatro pilares: la fidelización del cliente para abordar este desarrollo; poder hacer un análisis de un proveedor, tanto de infraestructura como de la parte lógica de la herramienta; afianzar a un proveedor del WMS, herramienta que va a capturar los movimientos del sorter y permitir el control de la preparación de los pedidos, y tener un sistema alternativo, ante la posibilidad de que un implemento mecánico sufra algún tipo de alteración”. En tanto, Gustavo Castelló desarrolló “una narración cronológica desde que se hizo fuerte la logística en la Argentina, alrededor de los años 1993 y 1994, cuando apareció, por la demanda de los clientes, la necesidad de tercerizar procesos”, y al respecto afirmó: “La evolución en los últimos 25 años fue exponencial y tenemos sistemas de todo tipo y son accesibles. En el mundo global, hoy se puede comprar cualquiera por Internet”. Alejandro López Zanier y Eduardo Sánchez Villagran describieron las tecnologías y estrategias para pickeo de mercadería en depósito, tanto las tradicionales como las que se están comenzando a utilizar, para “dar una herramienta para los criterios de selección en función de las necesidades de cada alternativa, ya que no todas sirven para todo, entonces la intención fue fijar criterios de selección”, sostuvieron.