El Nacional de Clubes se queda sin su acento federal
Hindú, Alumni, Pucará, SIC, San Luis, Belgrano Athletic y Newman, los siete equipos de la región que llegaron a los cuartos de final
Los números no mienten. La primera etapa del Nacional de Clubes expuso la hegemonía de los clubes de Buenos Aires que metieron siete de los ocho clasificados a los cuartos de final y establecieron un nuevo récord en la competencia de clubes más federal e importante del rugby argentino. Ahí, en soledad, aparece Duendes de Rosario como el único representante Interior. La disparidad expone la brecha.
Hindú, Alumni, Pucará, SIC, San Luis, Belgrano Athletic y Newman fueron los siete que lograron su pasaje; el único eliminado fue CUBA, que concluyó último en la zona 1. Es el número más alto de representantes desde que se empezaron a implementarse los cuartos de final, en 2015. Algo similar se dio en el Nacional de Clubes B, donde pasaron tres de cuatro (CASI, Regatas de Bella Vista y Lomas Athletic).
Es, entonces, ¿producto de la realidad o una mera casualidad deportiva? Santiago Fernández, ex Puma y un histórico de Hindú, no cree que Buenos Aires esté por encima del resto: “Cada año es diferente. Hay años en los que el Interior estuvo mejor y en 2018 le toca a Buenos Aires. Son clubes que vienen haciendo las cosas bien”. Las cuatro temporadas anteriores tuvieron a cinco clubes de la URBA en la segunda ronda sobre siete que compitieron. En cuanto a las definiciones, sólo el cordobés Tala logró llegar al último partido en 2017.
Jugar ida y vuelta es uno de los ingredientes especiales que ofrece el Nacional, que se erigió como la competencia de clubes por excelencia para medir el nivel de cada provincia. Los jugadores de Buenos Aires enfatizan en las dificultad de actuar en el Interior. “No sé si hay mucha diferencia porque ir a jugar allá no es nada fácil y siempre salen partidos muy duros. Que hayan pasado siete de Buenos Aires habla muy bien del rugby de acá y espero que siga así”, explica Máximo Provenzano, fullback de Alumni.
“Este año hay más equipos de la URBA (ocho, el 50% de los participantes), pero el Interior tiene un gran nivel y te lo hace sentir cada vez que viajás. Fuimos a Tucumán y nos volvimos con una derrota (15 a 13 ante Tucumán Lawn Tennis). No me sorprende, pero está todo muy parejo”, agrega Severiano Escobio, de Hindú. De visitantes, los clubes de la URBA cerraron con un saldo a favor de ocho ganados, siete perdidos y un empate.
Una de las razones puede estar en la introducción del flamante Top 12 por parte de la Unión de Rugby de Buenos Aires, un formato con rondas de ida y vuelta más playoff. El ensayo durante 2017 concluyó en un torneo atractivo para el público por lo cambiante, pero a la vez muy exigente para los jugadores. Benjamín Madero, apertura del San Isidro Club, cree que eso levantó la vara: “No hay partidos fáciles y cualquiera le pueden ganar a cualquiera. Se nota la evolución que tuvimos todos y no me extraña que ocurra que gran parte de los clubes de la URBA se hayan clasificado. Nosotros, que jugamos cada fin de semana, lo sentimos”.
Está a la vista que varios clubes de la URBA utilizan al Nacional de Clubes como banco de pruebas de cara al Top 12. Es la competencia que los atrae. No lo dicen públicamente, pero se escucha por lo bajo. En cambio, para Hindú es un torneo que suele traerle alegrías. Los de Don Torcuato son los tricampeones vigentes y los máximos ganadores del certamen, con ocho títulos. “Nos gusta mucho jugar el Nacional de Clubes. Jugamos en Tucumán, en Rosario y es lindo como club viajar y conocer a los otros clubes. ojalá que se siga haciendo porque le hace muy bien al rugby argentino”, dice Fernández.
Por lo pronto, desde Buenos Aires quieren revisar la competencia para cuidar a sus jugadores, con un extenso calendario que el año pasado abarcó hasta 38 partidos entre el Nacional, el Top 12 y el (extinto a partir de este año) Campeonato Argentino entre las uniones provinciales. Una cifra que es exagerada para un jugador amateur, más si se tiene en cuenta que un profesional suele jugar un promedio de 30 partidos al año entre su club y la selección.
No hay certezas sobre el futuro del torneo, pero las palabras del presidente de la Unión Argentina de Rugby, Marcelo Rodríguez, permiten leer entre líneas estas diferencias: “La URBA nos planteó que el modo en que estaba configurado el Nacional afectaba la integridad de los jugadores. Escuchamos esa posición y entendemos que tenemos que priorizar la salud física de los jugadores. Pero la URBA, además de hacer un planteo de reducción, aceptó que hubiera una propuesta superadora. No necesariamente es una reducción. La verdad es que si hay una propuesta mejor, vamos a analizarla”.