otro triunfo invisible de Gallardo
River suele llevarse bien con las “faltas tácticas”. Más de una vez las utilizó como parte de una estrategia, dependiendo los contextos y los rivales. Sobre todo en los torneos internacionales, en los que los roces se potencian. Es cierto que en los últimos dos partidos por la Superliga los elogios se fueron con los ingresos de Borré, la recuperación de Pratto y las atajadas de Armani. Pero si hubo algo que River manejó a la perfección en Avellaneda y en el Monumental fue haber evitado cometer infracciones cerca de su arco. Fue un pedido de Gallardo, un triunfo invisible del DT. ¿Por qué?.
Antes de que comenzara esta fecha, el equipo que más goles llevaba anotados de pelota parada era Rosario Central. Mediante ese recurso hizo 11 (de 28), 9 de ellos de cabeza. Si bien Leonardo Gil está lesionado (un especialista en las ejecuciones, al punto de sumar 7 asistencias), el equipo canalla mantiene el poderío con los lanzamientos de Maximiliano Lovera y Joaquín Pereyra. Desde la planificación en función del rival, una de las cuestiones a practicar en la semana fue lograr que los futbolistas de Central no ganaran de arriba, que las marcas millonarias saltaran más (y mejor). La otra… evitar infracciones cerca de Armani. Ayer, en Núñez, la primera falta que hizo River cerca de su arquero fue a los… 34 minutos del segundo tiempo, cuando ya estaba 2-0. Fue la novena falta, un promedio bastante bajo en proporción a las 15 que suele reunir un equipo en el fútbol argentino. otro detalle. Y mantuvo la concentración defensiva: de las 7 pelotas paradas en contra que tuvo ayer entre córners y tiros libres, el equipo de Gallardo se impuso de arriba en seis. La restante no tuvo vencedores ni vencidos, el balón pasó de largo sobre el área de Armani.
Lo mismo había planificado Gallardo (una fecha antes) frente a Racing, el segundo equipo con más anotaciones de pelota parada en la Superliga. La Academia suma 10 tantos por esa vía (8 de ellos, de cabeza), 9 hechos desde la llegada de Coudet. Por eso no fue casualidad que, en Avellaneda, River solo haya cometido diez infracciones, todas lo más lejos posible de Armani.