El dolor de Chacarita: como ocurrió hace ocho años, se queda apenas una temporada en primera división
Casi que ya está descendido. Chacarita necesita más que un milagro. Después de la derrota de ayer, sólo lo mantendrá con posibilidades de quedarse en primera la particularidad de que Vélez no sume ningún punto de acá hasta el final del torneo. Casi imposible, sí. Y además, los de Liniers, que hoy se enfrentarán con San Lorenzo en su casa, también tienen pendiente un partido que fue suspendido la fecha pasada, justamente con Colón, el rival que venció al Funebrero en San Martín.
Precisamente San Martín, ese barrio obrero y popular que no puede disfrutar de su equipo más de una temporada en la máxima categoría. La última vez fue de 2009 a 2010. De nuevo, la sentencia: un camino de retorno a la próxima B Nacional.
El año pasado, cuando consiguió el segundo ascenso a primera, la esperanza estaba puesta en crear las condiciones para una permanencia duradera. Se hablaba del modelo Lanús, un club que llegó a estar en la C y que hace unos meses llegó a la final de la Copa Libertadores después de ganar un par de campeonatos, algunas copas nacionales y una Sudamericana. Ese era el modelo a seguir. Pero desde el campo deportivo, a Chacarita se le volvió muy difícil.
El camino hasta aquí fue de irregular a malo. Sólo cuatro victorias, seis empates y trece derrotas. Casi nada para intentar la permanencia, a pesar del polémico y discutido sistema de promedios. Y desde la 11ma fecha sin su DT original (el 3 de diciembre Chacarita cayó en Bahía Blanca 2-0 con olimpo y Gastón Coyette dejó el cargo) y otro que llegó casi sin experiencia: Sebastián Pena. Todo muy improvisado y desprolijo. Como pasa en la mayoría de los clubes del fútbol argentino. La falta de planificación corroe.
Con dos estandartes y figuras del ascenso del año pasado que no continuaron en el club (Nicolás oroz volvió a racing y sin continuidad se fue a o´Higgins, de Chile, y rodrigo Salinas, hoy en Vélez tras un paso fugaz por el al-Etiffaq, de arabia Saudita), la permanencia en primera se hizo cuesta arriba. Llegaron Mauro Matos y Federico Vismara como refuerzos resonantes, pero no resultaron, a pesar de que no fueron los jugadores más reprobados. También faltaron juveniles de la casacomo alternativas. La estabilidad deportiva se tornó más y más dificultosa. La vara Lanús quedó altísima. Tampoco, nunca se consolidó un estilo. Pretenderlo, claro, era una quimera. La permanencia más prolongada de los últimos años transcurrió desde 1999 al 2004. Pero ya quedó muy atrás en el tiempo.
Colón y el último golpe
ayer Colón fue mucho más que Chacarita, de principio a fin. Si hasta pareció un partido de equipos de diferentes categorías. Lo ganó el conjunto sabalero porque golpeó dos veces en el primer tiempo y luego jugó con la desesperación del rival. Pero, sobretodo, supo aprovechar la inacción del local para crear peligro.
Chacarita salió a jugar con una arriesgada línea de tres en el fondo y otros tantos en la delantera. Colón supo explotar los espacios entre los volantes y los defensores locales. así llegó el primer tanto, cuando Escobar desbordó por la izquierda y el conectó Estigarribia para vencer a Fernández. El Funebrero, sin ideas, abusó del pelotazo para la cabeza de Matos. Colón se sintió cómodo y superior. En uno de los córners ganados, Fritzer bajó la pelota de cabeza y el goleador Javier Correa la empujó al gol. Colón sintió que el partido estaba ganado, en sus manos.
El segundo tiempo casi que sobró en el partido. Mientras Colón sueña con entrar en la próxima Copa Libertadores (está a siete puntos del último cupo que, por ahora, es Talleres, que hoy juega con Newell’s) o en la Copa Sudamericana (se encuentra a una sola unidad de Defensa y Justicia), conocedor, además, de que debe completar con Vélez un partido suspendido la semana pasada. Chacarita tiene el corazón roto y la cabeza en otra dirección, porque ya comienza a espiar la próxima temporada de la B Nacional. Como hace ocho años.