LA NACION

postempora­da, la instancia que más seduce y moviliza a emanuel Ginóbili

Protagonis­ta en 15 de las últimas 16, el bahiense disputa la serie más despareja, en una carrera que sabe de éxitos y traspiés

- Diego Morini

Los playoffs y San Antonio se transforma­ron en un sinónimo en los últimos 21 años dentro de la NBA. Y para estas tierras esa asociación entró en el diccionari­o colectivo en los últimos 16. Posiciones, rivales, posibilida­des, Conferenci­as, anillos, MVP, una buena cantidad de términos se incorporar­on a la charla diaria simplement­e porque Emanuel Ginóbili es actor principal en esta historia. Y en ese contexto, el bahiense parece sentirse todavía más a gusto. Aunque, por supuesto, en esta postempora­da la historia es diferente, porque quizá sea el año con menos poder en los Spurs para asistir a la cita. De todas formas, los antecedent­es muestran que el 20 de San Antonio siempre supo dejar su brillo en épocas de definición.

Esta postempora­da ya mostró su primera señal de lo complejo que será avanzar en la Conferenci­a Oeste para Ginóbili y los Spurs, Lo dijo el bahiense en su última columna en la nacion, el sábado pasado: las chances son pocas, pero tienen algunas. Por lo pronto, lo que sucedió con Golden State en el primer juego de la serie mostró demasiadas diferencia­s entre los dos equipos. Hasta el entrenador Gregg Popovich, con su sarcasmo habitual, dejó una frase que permite comprender que este playoff es muy diferente a otros que le han tocado a su equipo. Una de las primeras preguntas que le hicieron al entrenador tras la caída con Warriors fue si la defensa de Danny Green sobre Durant había funcionado y Pop contestó: “¿En serio? ¿Viste el partido? ¿Qué creés?... No, no funcionó. Vamos a intentar que Danny crezca entre 10 y 12 centímetro­s antes del lunes (por el duelo de esta noche), le vamos a pedir que salte más alto y que sea más rápido. Además, le vamos a pedir a Kevin que no sea tan bueno. Por Dios”.

Eso de sentirse “enojado” y “dolido”, las palabras que utilizó Ginóbili para tratar de motivar a sus compañeros para lo que vendrá ante Golden, son palabras que se escucharon en más de una oportunida­d. Es que no es la primera vez que Spurs termina en la séptima posición y que Manu es parte de un proceso lejos de los primeros puestos. Ya sucedió en 200910. Sin embargo, la proyección de ese equipo era diferente. No sólo que, en esa temporada, tuvo un récord de 50 victorias y 32 derrotas, sino que el bahiense tenía 32 años y todavía funcionaba el Big Three junto con Tim Duncan y Tony Parker. Ese año, San Antonio pasó la primera ronda de playoffs superando a Dallas por 4-2, pero después chocó contra Phoenix en la semifinal de Conferenci­a y fue barrido 4-0.

La instancia de postempora­da nunca fue sencilla. El panorama para este año es el más difícil. Incluso, las proyeccion­es hablan de una eliminació­n de los Spurs a manos de Warriors. Es cierto que no es común que San Antonio se quede afuera en la primera serie, aunque si llegase a suceder, no sería la primera vez: en 2008-09, cayó con Dallas por 4-1, en 2010-11, el verdugo fue Memphis por 4-2 y en 2014-15, los Clippers le dieron un cachetazo por 4-3.

En estos 16 años de playoffs para Manu (faltó en la 08/09 por un esguince grave en el tobillo derecho), pasó por muchos momentos, pero quizá el más gratifican­te fue el de 2014, cuando su equipo mostró la mejor versión de un conjunto en los últimos 15 años de la NBA. Pero para llegar hasta la final que ganó con autoridad sobre Miami Heat por 4-1, sufrió bastante, porque en el arranque llegó al séptimo partido para derrotar a Dallas (4-3), después fue contundent­e con Portland (4-1) y en la final de la Conferenci­a del Oeste tuvo que trabajar para superar a Oklahoma City Thunder por 4-2.

Y si bien hoy parece lejano todo, algunos gestos de Ginóbili de anteanoche frente a Golden, como ese triple a la carrera para cerrar el primer cuarto, parece, en algún punto, un flashback de lo que él le dio a los Spurs en los playoffs de 2004-05. Allí San Antonio fue un equipo contundent­e en el camino hasta la final (41 vs. Denver , 4-2 sobre Seattle y 4-1 sobre Phoenix), pero en la final trabajó mucho para superar a Detroit Pistons; Manu Ginóbili fue determinan­te en el cierre del séptimo juego con 11 de sus 23 puntos en los últimos 10 minutos.

Los playoffs seducen y movilizan al 20 de los Spurs, aun cuando la postempora­da lo ponga en una situación tan incómoda como saber que es casi utópico sacar del camino a los Warriors.

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