Afuera de la Copa
River empató con Colón y ya no entrará de manera directa en la Libertadores 2019; tendrá que ganar la actual o la Copa Argentina
SANTA FE.– Colón y River igualaron cero a cero. El resultado no le sirve a ninguno en sus pretensiones por ingresar, como mínimo, a la Copa Sudamericana, aún cuando todavía tienen cotejos pendientes que podrían modificar este presente. A estas alturas, cuando muchas mentes empiezan a concentrarse en el Mundial de Rusia, todo parece muy complicado. El cierre de la fecha no ofreció mucho. Colón se defendió y River no supo cómo quebrar un ordenado esquema defensivo que le planteó su adversario. La conclusión es inequívoca. El conjunto dirigido por Marcelo Gallardo ya no podrá ingresar de manera directa en la Copa Libertadores 2019. Como en el año pasado, su fortuna dependerá de otros campeonatos. Si quiere entrar en la próxima Libertadores, el equipo de Núñez tendrá que ganar el actual certamen continental, en el que ya está clasificado para los octavos de final, o como ya sucedió en 2017, la Copa Argentina.
Por eso se entendió la bronca de Gallardo y de cada integrante del plantel. River, en el segundo tiempo, fue el mismo River de siempre. El que buscó y el que intentó. Pero esta vez las individualidades no pudieron destacarse. Tampoco funcionaron los cambios, que en tantas otras ocasiones le dieron resultado al entrenador.
De todos modos, River tuvo algunas confirmaciones. Una de ellas fue el crecimiento del colombiano Juan Fernando Quintero. Otra vez hizo gala de su inteligencia y de su panorama para habilitar a compañeros con pases entre líneas tan eficaces como punzantes. Lo malo fueron las reacciones de los atacantes. Ni Pratto, ni Borré, ni Scocco –cada vez es más llamativo su bajón– pudieron aprovechar el buen panorama de Quintero.
El préstamo del mediocampista vencerá en diciembre próximo, pe- ro todo indica que River hará uso de la opción de compra por Quintero, tasada en3.225.000 euros. Los dirigentes ya empezaron las gestiones en busca de recursos para quedarse con los derechos del futbolista, que, seguramente, será citado por José Pekerman para el Mundial.
Un desarrollo enredado
El millonario hizo un poco más para romper la paridad, pero la tibieza ofensiva pareció conformarlo. Colón hizo un gasto importante, pero poco productivo, especialmente cuando River le copó el medio campo. Fritzler se desgastó en la recuperación (tuvo en Bastía un buen compañero en gran parte del encuentro). River, además, se apoyó en Nacho Fernández, pero ni Mora ni Scocco acertaron cuando el conjunto desniveló por los laterales. Todo lo que hizo el equipo de Gallardo se desdibujó cuando se aproximó al área del local. Faltaron ideas y decisiones, aunque también generó algunas –pocas– situaciones para desnivelar.
River, especialmente en gran parte del segundo tiempo, lo metió en su área a Colón. Pero Conti fue una muralla, a la que sumaron Ortiz y los volantes, que retrocedieron ordenadamente. Para River fue poco premio a una labor superior al adversario en la segunda etapa. El ingreso de Quintero fue positivo, pero no pudo modificar un bosquejo simple pero con poco peso ofensivo.
Colón se animó en la medida que River mostraba sus falencias. Pero tampoco el local encontró espacios para generarle al rival acciones que merecieran la apertura del marcador. Quedan instancias, pero por ahora, no hay copas a la vista. Lo concreto es que, al menos por el momento, ambos recortaron sus ilusiones a la Copa Sudamericana. Claro que todo dependerá de los próximos resultados y del tramo final de la Superliga.
Un párrafo aparte merece la situación de River en los campeonatos locales. Los millonarios no logran consolidarse en la competencia doméstica, en la que todo parece costarles el doble. Lo suyo, una vez más, parecen ser los torneos de eliminación directa.