El FMI dice que está listo para “trabajar juntos para fortalecer la economía”
Lagarde confirmó el inicio de las negociaciones con el país; aún falta definir qué tipo de asistencia es la más apropiada
WASHINGTON.– Luego de una década de distanciamiento, y dos años de recomposición de la relación, el Fondo Monetario Internacional se declaró listo para volver a “trabajar juntos” para fortalecer la economía argentina e intentar poner fin a la corrida cambiaria que forzó al gobierno de Mauricio Macri a volver a pedirle asistencia.
“La Argentina es un valioso miembro”, dijo, en un comunicado, la directora gerente, Christine Lagarde, al confirmar el pedido de Macri. “Espero con interés continuar nuestra colaboración con la Argentina. Se han iniciado discusiones sobre cómo podemos trabajar juntos para fortalecer la economía argentina y llevaremos estas conversaciones a cabo en breve”, apuntó.
Ni la Argentina ni el Fondo Monetario son los mismos que los de fines de los 90. El país implementó un programa de ajuste “gradualista”, la economía crece y el dólar flota.
Criticado por las exigencias de “austeridad” que suelen acompañar sus préstamos, y por fallar en prevenir la crisis financiera global que estalló en 2008, el Fondo cuenta ahora con un menú de opciones más diverso y flexible que antaño para respaldar a países que se encuentran en situaciones como la de la Argentina.
La alternativa que parecía contar con mayor consenso era la línea precautoria de los programas stand by (SBA, según sus siglas en inglés), que se utilizan “cuando los países no tienen la intención de recurrir a montos aprobados, pero retienen la opción de hacerlo en caso de que lo necesiten”. El fondeo normal con esta línea es el 145% de la cuota del país. La cuota de la Argentina actual es de 3187,3 millones de DEG, la moneda que utiliza el organismo. Pero el Fondo puede ir por encima de ese tope y otorgar un “acceso extraordinario”.
Una alternativa más lejana, que ya han utilizado México, Colombia y Polonia, es la línea de crédito flexible (FCL). Es una opción para naciones que tienen fuertes pilares económicos y un historial sólido, requisitos difíciles de cumplir para la Argentina, que recién salió del default el año pasado y tiene la inflación más alta de la región después de Venezuela. Otra opción, similar, aunque menos exigente, es una línea precautoria de liquidez, o PLL.
Desde el Ministerio de Hacienda, que conduce Nicolás Dujovne, quien llegará hoy a Washington, indicaron que aún se está definiendo qué tipo de asistencia se buscará con el Fondo, y no confirmaron que sea a través de alguno de estos dos programas.
Reunión con los técnicos
Dujovne se verá seguro con Alejandro Werner, el director para el Hemisferio Occidental; Roberto Cardarelli, y Nigel Chalk, que siguen al país. Los técnicos del Fondo han elogiado las reformas de Macri, aunque habían advertido ya sobre la vulnerabilidad del país ante un deterioro de la situación financiera internacional, algo que ya ocurrió. Nunca pidieron ni exigieron algo distinto de lo que ya hacía el Gobierno. Respaldaron el gradualismo y el sendero de “consolidación fiscal” sin llegar a decir que era insuficiente. Eso, ya antes de que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, “recalibrara” la meta del déficit fiscal para este año del 3,2 al 2,7% del producto bruto interno (PBI).
México y Colombia tienen líneas de crédito con el Fondo. A fines del año anterior, en medio de la incertidumbre por la elección de Donald Trump, México renovó su línea FCL. La llevó a US$88.000 millones. Obtuvo la línea por primera vez en 2009. Nuncasacólaplata:siemprelautilizó como un “colchón” y como prueba de la solidez de la economía. Colombia tiene una línea vigente por un monto menor, de US$11.300 millones.
Desde el Fondo indicaron que cualquier definición deberá esperar a escuchar el planteo de la delegación argentina. Dujovne y su equipo se reunirán con los técnicos y luego el programa deberá ser aprobado por el directorio del organismo, donde el apoyo de Trump al gobierno de Macri será determinante.