Sorpresa en las calificadoras de riesgo
Moody’s y Fix, filial de Fitch, indicaron que todavía hay que ver las condiciones del préstamo
Hubo sorpresa en al menos dos calificadoras de riesgo tras el anuncio de ayer del Gobierno de solicitar una línea de crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque aclararon que acceder a recursos del organismo de por sí no es negativo y que todavía faltan analizar las condiciones del préstamo.
“En el corto plazo no tiene ningún impacto. Estamos a la espera de ver qué significa. Acceder a recursos del FMI no es ni bueno ni malo, es una herramienta. Hay que esperar a saber las condiciones que imponen, si son fáciles de cumplir. Lo que hicieron es buscar un préstamo a tasas más bajas que las que encuentran en el mercado”, dijo Gabriel Torres, analista principal de deuda soberana de Moody’s.
Para el economista, el problema de fondo de la Argentina es que no tiene un mercado local desarrollado. “Si tuviera el sistema bancario de Chile o Brasil, el país podría financiar su déficit domésticamente”, indicó.
Además admitió que el anuncio del Gobierno fue sorpresivo porque al país todavía le quedan más de US$55.000 millones de reserva y una economía que está en crecimiento. “No lo estábamos esperando, pero puede ser una buena decisión, aunque todavía no se saben los detalles del préstamo. Es mejor ser prevenido y no esperar hasta llegar a una crisis. Acceder a fondos de cuotas más baratas es un buen paso”, sostuvo.
En el caso de Fix (la filial local de Fitch), Douglas Elespe, director de la calificadora, indicó que el anuncio lo sorprendió porque “se tenía la impresión de que con las medidas anunciadas anteriormente por el Banco Central, la entidad tenía la capacidad suficiente para solucionar la volatilidad y la puesta a prueba del mercado”.
“En materia de política económica, nada impide que se pueda apelar a más poder de fuego, con las líneas del FMI, para dejar en claro al mercado, por si existe alguna duda, de que se tiene suficiente capacidad para resolver una crisis de confianza y de reacomodamiento de precios relativos que genera alta volatilidad. Hay una corriente que dice que cuando hay alguna crisis de este tipo, lo ideal es matar el mosquito con un cañón para calmar los ánimos. Seguramente eso es lo que se pretendió hacer”, concluyó.