Berlusconi cede y habilita la formación de un gobierno populista
italia. El antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5E) y la derechista Liga Norte pulían detalles para conformar un gabinete
ROMA.– Se viven tiempos delirantes en Italia. Hace unos días parecía que, debido a un bloqueo político exasperante, por primera vez en la historia los italianos iban a verse obligados a volver a votar por segunda vez en el año, en plenas vacaciones de verano. Pero, con un golpe de escena digno de la mejor opereta, en las últimas 24 horas todo cambió.
Gracias a un “paso al costado” del expremier Silvio Berlusconi, el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) de Luigi Di Maio y la xenófoba Liga Norte de Matteo Salvini avanzan hacia un acuerdo de gobierno populista, que espanta a Europa. Aunque aún hay varios nudos que resolver –entre ellos, quién será esa “tercera persona” que liderará este gobierno–, de concretarse, Italia se convertirá en el primer gobierno de la Unión Europea totalmente populista.
A casi 70 días de las elecciones del 4 de marzo pasado –en la que nadie ganó con los números suficientes–, el desbloqueo de la situación llegó después del ultimátum que les lanzó el lunes pasado el presidente, Sergio Mattarella, a los partidos. Al cabo de cinco rondas de consultas terminadas en la nada, Mattarella amenazó con solucionar el estancamiento con un gobierno “neutral” o elecciones anticipadas. Enseguida, el M5E y la Liga Norte, los vencedores, rechazaron el gobierno técnico de Mattarella y llamaron al voto “ya”.
Pero horas después, las cosas se dieron vuelta. Y todo, gracias al anciano Berlusconi, líder de Forza Italia, de 81 años, que le dio luz verde a una alianza entre los dos nuevos y jóvenes protagonistas del escenario político local, Di Maio y Salvini, de agrupaciones populistas y antisistema.
En los últimos dos meses de negociaciones fallidas, el Cavaliere había sido el gran escollo de esa alianza. Los “grillini” –seguidores del movimiento antisistema creado por el cómico Beppe Grillo–, rechazaron una coalición integrada por Berlusconi, por considerarlo un personaje impresentable debido a su pasado de escándalos judiciales y sexuales. Salvini, mandamás de la coalición de centroderecha –la Liga superó por varios puntos a Forza Italia, el partido del Cavaliere, en las elecciones–, le había propuesto al magnate que le diera un “apoyo externo” a la alianza, alternativa rechazada varias veces.
Pero la aceleración impuesta por Mattarella significó un giro. Con el escenario de elecciones anticipadas en el horizonte y el temor a que Forza Italia, en plena debacle, se viera fagocitada por la Liga Norte, así como por las presiones de sus legisladores recientemente electos, que no quieren perder sus bancas, Berlusconi cambió de estrategia.
Tras negociaciones secretas, el Cavaliere anunció su “paso al costado”. En un comunicado, indicó que no quería transformarse en un “obstáculo” en el nacimiento de un gobierno y menos aún, en un pretexto para ir a elecciones anticipadas. Sin romper la alianza que tiene con Salvini –ya que Forza Italia y la Liga Norte van juntas en cuatro regiones del norte del país–, el Cavaliere anunció que a la hora del voto de confianza a un gobierno entre el M5E y la Liga Norte, se abstendrá.
La jugada del Cavaliere fue astuta. Aunque no le convenían para nada elecciones anticipadas, se mostró como un político “responsable” porque el escenario de elecciones anticipadas en pleno verano, con el riesgo de altísima abstención y un resultado de igual ingobernabilidad, era considerado nefasto.
Con la luz verde del Cavaliere a un gobierno del M5E y la Liga Norte, por otro lado, Di Maio y Salvini ya no tendrán la “coartada” de que las cosas no pudieron ser debido al escollo representado por Berlusconi. Si naufraga, su gobierno, será solo por su culpa e incapacidad para negociar y consensuar.
En los pasillos de la Unión Europea y también en Italia hay gran preocupación: las posturas antisistema, antieuropeístas, demagógicas y antiinmigrantes del M5E y de la Liga, podrían ser un cóctel explosivo.