Macri ratificó su compromiso para sacar a las bandas narco de los barrios
El Presidente participó ayer en Ezeiza de la quema de más de 15 toneladas de drogas y aseguró que los grupos criminales se fortalecieron por la ausencia del Estado
Más allá de los problemas financieros que elevaron en los sondeos sociales a los indicadores económicos a los primeros lugares de las preocupaciones de la población, el presidente Mauricio Macri inició ayer su agenda pública con otro de los temas que causan temor: el narcomenudeo y su vínculo directo con la violencia en las calles.
“No queremos más barrios tomados por las bandas”, aseguró el mandatario durante la quema de más de 15 toneladas de drogas incautada en los últimos meses.
Esa destrucción de estupefacientes se realizó en una planta industrial ubicada dentro del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y el presidente Macri estuvo acompañado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y por los jefes de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
“Queremos que la droga secuestrada se queme inmediatamente y no permanezca guardada en ninguna dependencia judicial o de las fuerzas de seguridad”, aseguró la ministra Bullrich. Ya agregó: “Muchas veces la gente nos pregunta qué es lo que se hace con los estupefacientes que secuestramos y hoy (por ayer) les estamos mostrando que droga que se incauta, droga que se destruye”.
Operativos similares se desarrollaron en forma simultánea en Santa Fe, Corrientes, Salta y Misiones, donde fueron quemadas, en total, unas 60 toneladas de diferentes drogas incautadas por las fuerzas federales de seguridad.
“Durante muchos años estas organizaciones mafiosas se fortalecieron ante la ausencia del Estado, ante gobiernos que miraban para otro lado”, señaló Macri, quien se colocó un barbijo y arrojó al incinerador varios paquetes con droga, un simbólico acto que fue también realizado por la ministra Bullrich.
“Si trabajamos juntos y desbaratamos una banda más, serán menos soldaditos al servicio de ellos, menos jóvenes atrapados en la adicción, perdiendo la capacidad de soñar, de crecer”, expresó el mandatario. Los funcionarios nacionales están conformes con los resultados alcanzados en el rediseño de la lucha contra el narcotráfico, ya que en el último años se anotaron varios registros con récords de capturas de sustancias ilegales.
De todas maneras, esos golpes dados especialmente por la focalización preventiva del trabajo en la frontera norte aún no pudieron ser consolidados con similares éxitos frente al narcomenudeo, que crece en los barrios por el aumento de los consumidores registrado en todas las encuestas oficiales.
Nuevo objetivo estratégico
Por eso en el Ministerio de Seguridad se puso la mira en las bandas de vendedores de droga, cuya debilitación será uno de los objetivos estratégicos de este año.
“No es una batalla fácil, lo sabíamos desde el principio”, dijo Macri. “Tenemos que estar más juntos que nunca, porque estos son los resultados que obtenemos: retrocede la mafia, retrocede el delito y avanza la tranquilidad, avanza la paz, avanza esa sociedad sana en la que queremos vivir”, sostuvo.
“Queremos que los argentinos vivan en paz, no queremos más barrios tomados por bandas”, señaló el mandatario.
Tras la quema de droga, Macri se reunió con los padres de Alan Maximiliano Dolz, un agente antidrogas muerto el año pasado.
El efectivo homenajeado por el presidente Macri tenía 21 años y se desempeñaba en la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal cuando fue asesinado el 27 de abril de 2017, mientras realizaba tareas encubiertas para atrapar a una banda narco en la Villa Loyola, en el partido bonaerense de San Martín.