Diálogo, la receta empresaria para luchar por una moneda fuerte
En San Juan, en la cuarta reunión del B-20, pidieron acuerdos para evitar las turbulencias cambiarias; Eurnekian dijo que el país fue “un brillante fabricante de billetes”
SAN JUAN.– La “turbulencia cambiaria” se coló en la cuarta reunión del Business 20 (B-20), el grupo que representa a la comunidad de negocios del G-20, que organiza este año la Argentina. En el encuentro de ayer en San Juan, titulado “Presente y Futuro de la Nueva Economía Regional”, distintos empresarios hablaron de lo que pasó con el dólar las últimas semanas y apuntaron al consenso político como herramienta para salir airosos de la situación.
El primero en hacer mención del tema fue el presidente de la Unión Industrial de San Juan (UISJ), Hugo Goransky, quien dijo que las economías regionales generan exportaciones y divisas genuinas, a diferencia de la especulación financiera, que generó turbulencias en el pasado y en la etapa más reciente.
Sin embargo, para el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, se trató de un reacomodamiento del mercado. “Nada absolutamente grave. Ha sido un reacomodamiento y no una crisis. No es un cambio de ruta. La Argentina tiene que insertarse en esta ruta y no en la otra del mercado de frontera como son países como Ghana, Bangladesh y Rumania. Fuimos y somos mercado de frontera y qué difícil es salir cuando te condenan, pero soy optimista y creo que vamos a salir”, opinó.
Luego fue el turno de Eduardo Eurnekian, presidente de Corporación América y vicepresidente de la Cámara de Comercio y Servicios (CAC). “Yo me expreso buscando que la Argentina se adscriba a un mercado geoeconómico. Tengo presente todos los anteriores fracasos que se originan de lo que nos falta: cohesión, seriedad. Tenemos demasiada confianza en nosotros mismos, pero hasta que no tengamos moneda estamos perdiendo el tiempo como Nación”.
“Hemos sido brillantes fabricantes de billetes de un dinero que no tiene valor. Esta es la historia de los últimos 70 años. Este gobierno está en el buen camino, pero mi aporte es que los partidos deben consensuar esta base fundamental de la economía, que es tener una moneda. Si no todos los días se está viendo el dólar y nadie invierte, ni crece”, aseguró.
El presidente del B-20 y vice de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, agregó que su deseo es que cuando en octubre vengan al país los 1200 empresarios de las 1000 empresas que son parte del B-20, “la turbulencia haya sido superada porque, a diferencia de otras circunstancias, no caímos en una crisis por nuestro comportamiento”.
Javier Bolzico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ABA), dijo que anhela que los países del G-20 vean cómo se superaron problemas de décadas, que todo está focalizado en tratar de mejorar algunas situaciones de hace 30 años y una muestra de eso es la moneda.
En este punto, Gabbi volvió a insistir en que el aumento del dólar no fue una turbulencia, sino apenas un reacomodamiento. “Tenemos que ocuparnos en trabajar, pensar en nosotros y nuestras familias. Si pensamos en el país vamos a ser el país que pensaron nuestros abuelos, los inmigrantes. Los que eligieron este país sobre Estados Unidos y no se equivocaron porque estamos en el mejor país del mundo”, alentó. El titular de la Sociedad Rural, Daniel Pelegrina, agregó que la Argentina supo ser de los primeros países en distribución de riqueza per cápita.
Eurnekian propuso que cuando vengan los empresarios del B-20 y los representantes del G-20 los lleven a la villa 31 y a zonas muy cerquita, como es el barrio de Recoleta, para que vean ambas realidades. “Tenemos que elegir si queremos ser la villa 31 o vamos para adelante”, agregó.
Por último, el sherpa de la Argentina, Pedro Villagra Delgado, dijo que la decisión del presidente Macri de hacer el G-20 en la Argentina fue muy buena como parte de la estrategia de inserción inteligente. “Claramente el mundo no está en un momento fácil de inversiones, comercio y cambio climático, pero el G-20 se creó para enfrentar una crisis. Es un momento en que no es fácil influir decisivamente en la agenda, pero es la gran mesa del mundo y la Argentina está sentada en ella”, concluyó.