Ricardo Negri. “En ganadería vamos a una trazabilidad con un chip”
El presidente del Senasa señaló que busca profesionalizar el organismo para cuidar la sanidad interna y abrir nuevos mercados
Luego de las 213 desvinculaciones que hubo en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el presidente del organismo, Ricardo Negri, dijo en una entrevista con la nacion que allí no hay más listas de despidos, y que ahora el ente está trabajando para recomponer la matriz salarial de profesionales y técnicos que cobran menos que el resto de la administración pública. El Senasa tiene un plantel de 5600 empleados y un presupuesto de $5000 millones, de los cuales $960 millones se destinan a la parte operativa. Además, respecto de la producción ganadera, Negri anticipó que el sector irá hacia la trazabilidad individual, lo que supone el uso de un chip electrónico en cada animal. También se refirió a la demorada apertura del mercado de Estados Unidos para la carne argentina y al interés de ese mercado de poder colocar productos cárnicos en la Argentina.
–¿Cómo sigue la reestructuración en el organismo?
–Lo que hicimos hasta ahora tuvo que ver con lo más doloroso, que fueron las reducciones. No hay más listas de despidos, pero el que no venga a trabajar las horas que tiene que trabajar, se va a su casa. Destaco que me encontré con profesionales excelentes. Nosotros tenemos que tener más profesionales de distintas disciplinas para hacer lo que tenemos que hacer. Y lo otro es la descentralización operativa, porque la operación del Senasa está allá donde están los productores, los industriales, la barrera o los puertos. El trabajo del Senasa está con otros, no solo. La palabra clave es estar presente.
–¿Hubo reincorporaciones?
–Sí, por problemas de salud o errores en el sistema, por una persona que se enfermó antes o tuvo un accidente o estaba con tratamiento prolongado. A esos los reincorporamos. La deficiencia de sistemas y de la estructura para tomar decisiones lleva a esos errores. Por otra parte, hay una diferencia entre los profesionales del Senasa versus el resto de la organización pública. Mi meta es acomodar la matriz salarial, que es de un 28,3% menos en el caso de los profesionales y de un 15% menos en los técnicos, contra el estándar del Estado.
–¿Qué es lo que se viene desde el Senasa?
–Hay una posición defensiva en la sanidad, que es cuidar la sanidad animal y vegetal de toda la Argentina. Y también tenemos una posición ofensiva que tiene que ver con abrir mercados y garantizar la inocuidad. Ahí hay que tener trazabilidad de toda la cadena para garantizarla.
–¿En ganadería puede implementarse el chip electrónico?
–Eso es trazabilidad individual. No te puedo decir el tiempo, pero vamos a que, además del botón (que se pone en la oreja derecha del animal para la identificación), tenga adentro un chip que se pueda leer, ver por dónde pasó y de dónde viene. No tengo claro los tiempos, pero sé lo que quiero, cómo y la secuencia. Antes hay otras cosas para trabajar, porque si hago eso sin tener integrados los sistemas de información, no puedo capitalizar ese esfuerzo. El objetivo de una cosa así es que haya una trazabilidad individual en la Argentina, que nos permita hacia afuera decir por dónde pasó un animal y garantizar que no tuvo una enfermedad. Una vez que tengamos bien clara la integración del sistema vamos a decir adónde vamos.
–¿Qué pasa con Estados Unidos, que no termina de abrir su mercado para la carne vacuna?
–Hicimos todo lo que había que hacer. No debería haber una excusa para no abrir para la carne bovina de la Argentina.
–¿Ellos también quieren vender a la Argentina este producto?
–Lo pidieron, como hicieron alguna vez con mollejas. Pero no es transaccional, de “yo te compro y vos me vendés”. No habría problemas si cumplen los requisitos.
–La apertura a Estados Unidos para la carne porcina generó ruido por un temor sanitario (en ese país hay una enfermedad infecciosa que no está en el país).
–En eso, la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) cambió las reglas y nos estamos adecuando. Tienen un sistema de trazabilidad que la OIE avala.