“No supimos encontrar caminos para dar respuestas a las víctimas”
Lo afirmó el Arzobispado de Paraná en una carta pública, tras el veredicto
“No supimos en su momento encontrar caminos adecuados para dar respuestas ajustadas a las necesidades de las víctimas”, sostuvo anoche el Arzobispado de Paraná, tras la condena a 25 años de prisión contra el cura Justo José Ilarraz por abuso y corrupción de menores de entre 10 y 14 años entre 1984 y 1992.
“Nunca dejaremos de sentir dolor por eso”, destacó un comunicado emitido por la Iglesia, en el que se afirma: “Desde esa experiencia transitamos un período de reconocimiento y de evolución con cambios trascendentes en la búsqueda de la contención y de la prevención”.
En el texto, titulado “Iglesia: compromiso, verdad, justicia y sanación”, firmado por el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari –preceptor del Seminario Mayor en tiempos en que Ilarraz tenía el mismo cargo en el de menores–, se sostiene que la sentencia “es una instancia de significativa importancia para todos nosotros y establece, por parte de la Justicia, la culpabilidad que le cabe a quien incumplió con su vocación y su promesa a Dios”.
Para el arzobispado, Ilarraz “atentó contra quienes eran merecedores de su cuidado y protección, y vulneró la confianza de la institución que lo albergaba, la de sus pares, sus superiores, y también la de toda la sociedad”, pero “los actos cometidos no pueden desacreditar ni desvalorizar la labor comunitaria y religiosa”.
“Reiteramos nuestro rechazo y repudio a los abusos de todo tipo, especialmente hacia aquellos que tienen como víctimas a niños y adultos vulnerables, quienes deben ser protegidos de manera contundente por la Iglesia”, continúa el escrito.
El Arzobispado informó que tiene abierto un proceso canónico por las nuevas denuncias, y que el anterior, de 1995, terminó con la expulsión de Ilarraz, en 1997.