La católica Irlanda se encamina a aprobar el aborto
Los boca de urna anticipaban la victoria del sí para reformar la Constitución
PARÍS.– Cuando faltan semanas para la llegada del Papa a Irlanda, el país más católico de Europa habría votado masivamente por la liberalización del aborto en el referéndum realizado ayer. Según los primeros sondeos en boca de urna, el 68% de los votantes respondió con un rotundo sí a la cuestión que agitó a la sociedad durante meses.
Ese pronunciamiento masivo obliga a cambiar la 8ª enmienda de la Constitución, que establece, desde
1983, la prohibición del aborto, incluso en caso de violación o de incesto, y lo pena con 14 años de prisión.
Las cifras finales serán conocidas en la tarde de hoy, pero según todas las encuestas, una gran mayoría de jóvenes votó a favor del sí. La empresa IPSOS-MRBI entrevistó a más de 4500 votantes entre las 7 y las 21 horas para anticipar el resultado final. Por su parte, el diario Irish Times pronosticaba que el pronunciamiento será del 68% por el sí y 32% por el no.
La mayoría de votos favorables al cambio se produjo en Dublín, donde
77% de los votantes respaldó la propuesta. El no, en cambio, tuvo fuerte respaldo en las zonas rurales. En algunos de esos condados llegó a obtener hasta 60%. Según los sondeos, las mujeres votaron masivamente a favor del sí, por un margen estimado del 70% contra el 30%. En los hombres, por el contrario, el porcentaje fue ligeramente menor: el 65% a favor y el 35% en contra. Los jóvenes de entre 18 y 24 años respaldaron el cambio en una proporción del 87% a favor contra el 13% en contra. Sobre la base de esos resultados, el gobierno enviará la legislación prometida para que sea considerada por el Dáil (Parlamento) en octubre.
Es fácil imaginar la importancia histórica que tuvo este referéndum para el que se inscribieron cerca de
3,5 millones de irlandeses. Los debates agitaron en profundidad a toda la sociedad desde que el gobierno del primer ministro, Leo Varadkar, decidió organizar la compulsa. Sin embargo, los irlandeses habían votado masivamente a favor del matrimonio homosexual en 2015.
Si bien los últimos días el sí a la “supresión de la prohibición constitucional de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE)” –como rezaba la pregunta planteada en el referéndum– parecía llevar la ventaja, los resultados eran difíciles de predecir, dado el alto número de indecisos (17%). Las autoridades, sin embargo, habían registrado muchos nuevos inscriptos en los padrones, con más de 118.000 pedidos este año, muestra del interés por esta votación.
En una última intervención en los medios, Varadkar calificó este referéndum de “oportunidad de una sola generación”, asegurando que, en caso de victoria del no, no habría otro referéndum. El joven jefe de gobierno reiteró su llamado a votar por el sí y recordó que “desde la introducción de la 8ª enmienda, 170.000 mujeres fueron al extranjero para abortar”.
El referéndum planteaba precisamente la cuestión de la abrogación de esa 8ª enmienda de la Constitución, introducida en 1983, que prohíbe el aborto en forma absoluta, hasta una reforma votada en 2013, que permite excepciones solo cuando la vida de la mujer está amenazada.
Hasta hoy, la legislación irlandesa sigue siendo una de las más restrictivas de Europa, con Irlanda del Norte y Malta. La violación, el incesto o la malformación del feto no son razones legales para abortar.
Este resultado traduce la pérdida de influencia de la Iglesia irlandesa, institución todopoderosa en otras épocas y hoy erosionada por los vertiginosos cambios económicos y sociales en Europa. La institución también paga el precio de los repetidos escándalos de pedofilia protagonizados por sacerdotes, con frecuencia encubiertos por las autoridades eclesiásticas.