Los dos mensajes que quiso dejar Poli
Firmeza, pero al mismo tiempo cordialidad y comprensión por los momentos que transita el país, transmitieron las palabras del cardenal Mario Poli ante Mauricio Macri, quien se acercó al altar mayor de la Catedral para encabezar el tedeum por tercera vez consecutiva. Eso nunca había ocurrido en las presidencias de los Kirchner, que eludieron sistemáticamente las homilías de Jorge Bergoglio.
El mensaje del cardenal primado dejó esta vez dos mensajes.
En referencia al aborto, pidió “cuidar la vida de los habitantes, especialmente la de los más débiles, pequeños, pobres y marginados”. Una fórmula que sintetiza la predilección del papa Francisco por favorecer a los sectores excluidos y sostener en la misma línea argumental una firme posición en contra de l interrupción del embarazo. Reclamó, en ese sentido, “cuidar la vida de punta a punta”.
También aludió directamente a la tensión económica y social de las últimas semanas. Pidió, así, “desconfiar de los logros instantáneos y recetas prometeicas”, en momentos en que el Gobierno apuesta a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, resistidas por la oposición,
No fue fruto del azar el pasaje del evangelio seleccionado por el cardenal primado para su homilía. Eligió la figura de Zaqueo, el cobrador de impuestos que se sube a un árbol para ver a Jesús, quien decide visitarlo en su casa para convertirlo. Se trata de un hombre que ejercía en su tiempo “un oficio despreciable”. En momentos en que el país asiste a una discusión por el aumento de tarifas y a una crisis económica, esa elección es toda una definición.
Antes de la homilía, Poli inició el tedeum con un ruego especial y un llamado a la pacificación. Pidió orar por la patria “para que la prudencia de sus autoridades y la honestidad de los ciudadanos robustezcan la concordia y la justicia y podamos vivir en paz y prosperidad”.