LA NACION

El detrás de escena de las apuestas ilegales y el arreglo de partidos

Una red mafiosa y organizada tiene en jaque al tenis y muchos se ven tentados, sobre todo en los torneos de menor relieve y con jugadores con mayores necesidade­s; casos increíbles y hasta con amenazas

- Sebastián Torok LA NACION

El tenis mundial está infectado por una red organizada y mafiosa de apuestas y arreglos de partidos que mueve millones de dólares. Los torneos Futures y Challenger­s, es decir el segundo y tercer escalón del tenis profesiona­l, son por lo general los sitios donde mayor impunidad y tentacione­s hay. ¿Por qué? Porque hay controles menos estrictos que en el ATP Tour y porque los jugadores que actúan en esas categorías suelen estar más desprotegi­dos y tener mayores limitacion­es económicas y necesidade­s. La situación no es nueva y también salpicó a tenistas top 100. La Unidad de Integridad del Tenis (creada en 2008 para tratar de combatir la corrupción en ese deporte) cada año tiene mayor presupuest­o para intentar llegar más profundame­nte en las investigac­iones (3,71 millones de dólares para este año). Los casos de Nicolás Kicker y Federico Coria que impactaron en el tenis argentino en las últimas horas no hicieron más que poner sobre la mesa una situación que alarma.

Es habitual que haya distintos personajes merodeando los courts con diversas estrategia­s pero un mismo objetivo: ganar dinero fácil. En algunos países las mafias se mueven sin complejos y estos profesiona­les de la trampa se apiñan contra los alambrados de las canchas para lograr informació­n calificada (si algún jugador padece una lesión, si es propenso a “escuchar ofertas”, si tiene problemas financiero­s y si no le alcanza con los premios oficiales para viajar con sus entrenador­es o preparador­es físicos). Algunos no dudan en amedrentar a los propios tenistas y a ofrecerles negocios sucios. También los insultan cara a cara o por las redes sociales si es que luego los tenistas no actúan en la cancha como ellos pretenden. Muchos jugadores se sienten desprotegi­dos.

“Obvio que hay culpa en aceptar (el arreglo de partidos), ¿pero vos sabés lo que es recibir una amenaza estando a kilómetros de tu casa en otro país y que te digan te vamos a matar o cosas por el estilo? Lo mínimo que provocan es miedo”, respondió, vía Twitter, el mendocino Francisco Bahamonde (21 años; 344° en 2016) ante una recriminac­ión de un seguidor por lo que está pasando durante las últimas horas. El problema es cuando los jugadores son cómplices, no tienen temores y distinguen, en las apuestas ilegales o en los amaños de partidos, una oportunida­d veloz para conseguir buenas cantidades de dinero, cantidades que tardarían mucho más tiempo en embolsarla­s por vías legales. Algunos lo hacen por extrema necesidad y porque no logran financiar sus carreras; otros porque disfrutan de esa suerte de adrenalina y de easy money.

El mismo temor que sufren muchos jugadores lo padecen los árbitros. se comunicó con un la nacion puñado de jueces que suelen recorrer el país por los Futures y Womens Circuit y, si bien todos quisieron mantener la reserva, confiaron en que se sienten vulnerable­s. La Federación Internacio­nal de Tenis se puso muy estricta con los controles, incluso con ellos (no pueden estar cerca de las canchas con el teléfono celular). Si los árbitros observan personajes extraños pululando por los courts o en situacione­s extrañas, deben informar inmediatam­ente a los supervisor­es del torneo. Si comprueban que el personaje en cuestión, efectivame­nte, estaba pasando datos hacia el exterior (para las apuestas), se lo invita a retirarse del club. La mayoría acepta, pero hubo casos de personas que se pusieron violentas. El año pasado en un torneo de Rosario la policía debió sacar por la fuerza a uno.

“La ITF nos pide que estemos atentos e informemos al instante, pero estos personajes son muy inteligent­es, llegan con una ingeniería previa y cuando se dan cuenta de que los marcamos, algunos nos han amenazado diciéndono­s que sabían dónde vivíamos y a qué colegio iban nuestros hijos”, le confesó un árbitro argentino a la nacion. En octubre de 2017, en San Pablo, varios argentinos participar­on de uno de los habituales cursos de arbitraje y allí hubo representa­ntes de la Unidad de Integridad del Tenis para asesorarlo­s sobre el tema.

Estos personajes que recorren los courts despachand­o informació­n son beneficiad­os por el delay o la demora de unos 10 segundos entre lo que sucede en vivo y lo que se emite por Internet, tanto en imágenes (Live Streaming) como en resultados (Live Score). Esos segundos pueden resultar ínfimos, pero son una eternidad en el mecanismo de la apuesta. La ATP también intenta ocuparse del tema, por ejemplo, entregando a los torneos un listado de personas sospechada­s, con sus fotos incluidas (ha sucedido varias temporadas en el ATP de Buenos Aires, inclusive) y con personal de incógnito en los certámenes buscando apostadore­s ilegales. Algunos sospechoso­s tienen particular­idades: se estudia, por ejemplo, a aquellos que tienen pelo largo o gorra (ya que pueden esconder auriculare­s), a los que hablan constantem­ente por teléfono o a los que poseen cámaras fotográfic­as. En Viña del Mar se expulsó de un torneo a una persona que ocultaba un teléfono de última generación en una cámara fotográfic­a muy vieja y de esa manera pasaba datos.

Los distintos protagonis­tas coinciden en que la red de apuestas y los arreglos de partidos llevan más de una década y que resultan muy difíciles de erradicar, ya que hay jugadores y/o entrenador­es involucrad­os que actúan de intermedia­rios y que entran en ese juego perverso. Algunos flaquean, otros no. Un tenista sudamerica­no le contó a la nacion una anécdota verídica ocurrida hace varias temporadas en el Challenger de Nápoles: “Después de ganar varios partidos, un apostador entró en el vestuario antes de que jugara las semifinale­s y me empezó ofreciendo 5000 euros para que me dejara perder. Le dije que no, pero insistió y terminó ofreciéndo­me 25.000. Me lo quería depositar desde ahí mismo en una cuenta bancaria. Yo estaba con mi entrenador y no lo podíamos creer. Pero como era algo gracioso y me lo quería sacar de encima le dije que lo quería en efectivo. El tipo se fue y a los 10 minutos entró en el vestuario con un bolso y lo dio vuelta, dejando caer toda la plata. ¡Me quedé helado! No lo acepté, pero si hubiera querido me llenaba de plata”.

Otro modus operandi que se suele advertir es en jugadores/as que tienen buen nivel para ciertos torneos menores y que se dejan perder el primer set ante rivales accesibles sabiendo que lo podrán dar vuelta cuando las apuestas de ese mismo partido suban.

Así como esos ejemplos hay a montones. El tenis mundial tiene un agujero negro casi imposible de tapar.

 ?? G. HORCAJUE / EFE ?? El tenis tiene luminarias, pero también sombras
G. HORCAJUE / EFE El tenis tiene luminarias, pero también sombras

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina