sin control de la conciencia
La ingestión de sustancias psicoactivas, ilegales o no, pueden distorsionar el estado de alerta que debe tener un conductor; cuáles son los efectos en el organismo y cómo afecta el manejo
Las muertes por accidentes de tránsito en la Argentina es una problemática preocupante.
En 2017 se volvió a superar las
7000 personas fallecidas por esta causa por 15º año consecutivo. Fueron 7213, lo que arroja un promedio de 20 por día, casi una por hora, lo que produce escalofríos e invita a la reflexión.
Desde hace 25 años que en la Argentina la cifra anual de víctimas fatales fluctúa entre las 7000 y 8000 (en 1993 se produjo el nivel más alto con
8709). ¿Las causas? Muchas. La falta de conciencia de parte de los conductores es la principal, pero no la única. De acuerdo con estadísticas que elaboró la Asociación Civil Luchemos por la Vida, las principales que desencadenan estos alarmantes guarismos radican en el no cumplimiento de los límites de velocidad, el no uso permanente y
generalizado de los cinturones de seguridad, la utilización del teléfono celular por parte de los conductores y de los peatones que cruzan la calle distraídos, y el consumo de alcohol y drogas.
Esto último es uno de los aspectos que más creció en el último lustro, siendo la principal causa de muerte entre los jóvenes. Un estudio realizado en 2014 por el Hospital Fernández arrojó que el
31% de los accidentados que entraban a la guardia de dicho nosocomio estaban bajo los efectos de alguna sustancia. La mayoría por el alcohol, pero también los había por drogas ilegales. Otra organización civil, las Madres del Dolor, logró en
2016, tras muchas presentaciones, se efectuaran cambios en la ley de tránsito para que el exceso de velocidad y el consumo de alcohol y estupefacientes sean considerados agravantes.
“Conducir un vehículo es algo extremadamente riesgoso si no se hace bajo un absoluto control
“Conducir bajo los efectos de alguna sustancia puede transformarse en un arma...” Carlos Damin
del estado de conciencia. Si no se logra manejar bajo una estricta conciencia, pasa a ser realmente un riesgo. Manejar bajo los efectos de alguna sustancia puede transformarse en un arma…”, le relata a Carlos Damin, doctor en Medicina, la nacion especialista en Toxicología, jefe de Toxicología del Hospital Fernández, quien además se desempeña como profesor de la Cátedra Toxicología de la UBA, siendo asimismo director de Fundartox, fundación creada para el debate, la intervención y la resolución de los desafíos que presentan las problemáticas relacionadas con la toxicología.
–¿Cuáles son las sustancias ilegales que más peligrosas resultan para conducir?
–Todas. Uno puede clasificar a las sustancias y vemos que tenemos muchas psicoactivas, que son aquellas que alteran el estado de conciencia, sea en la estimulación o en la depresión. Produ-