LA NACION

Máxima despidió a su hermana Inés

Cantó temas de Bob Dylan y Bob Marley en una ceremonia íntima

- María Ayzaguer

Se la veía consternad­a y cansada. Hacía pocas horas que había llegado al país junto a su esposo, Guillermo Alejandro, y sus tres hijas. Poco después de las 13.30 de ayer, la reina Máxima de Holanda ingresó a bordo de una camioneta blanca al cementerio Memorial, en el kilómetro 47 de la Panamerica­na, en Pilar, para despedir a su hermana menor, inés, que fue encontrada muerta el miércoles por la noche en su departamen­to de Caballito. En ese mismo cementerio, en agosto pasado, Máxima estuvo en la inhumación de su padre.

Llegó temprano al sepelio, que estaba programado para las 15, junto a su esposo y sus tres hijas, Amalia (14), Alexia (12) y Ariane (11). También la acompañó Valeria Delger, su amiga desde la primaria en el colegio Northlands.

En una tarde fría, decenas de periodista­s se desplegaro­n en el ingreso del lugar. Antes de que comenzara la ceremonia íntima, personal de prensa de la embajada de los Países Bajos había pedido “colaboraci­ón” para no bloquear el paso de los autos de la comitiva.

Poco después de la llegada de los reyes, arribaron para acompañar a la familia Zorreguiet­a la primera dama, Juliana Awada; la periodista Dolores Cahen D’anvers; el titular de la Anses, Emilio Basavilbas­o; el diseñador Benito Fernández; la periodista y amiga cercana de Máxima, Carola Gil, y la empresaria Sofía “Chufy” Sánchez Barreneche­a, entre muchas otras personalid­ades.

Dolor

Hasta las 16 hubo un continuo pasar de autos camino al sepelio. Apenas atravesaba­n la reja de entrada los recibían tres jóvenes que sostenían la lista de invitados.

En los alrededore­s hubo un fuerte operativo de seguridad que incluyó a efectivos del grupo Halcón, del Grupo Apoyo Departamen­tal (GAD) y de la seguridad de la casa real de los Países Bajos.

A 100 metros de la entrada se había montado un gazebo verde, donde se realizó la ceremonia. Antes, en uno de los edificos de estilo colonial del cementerio, la reina y uno de sus seis hermanos, Martín, dieron un pequeño y sentido discurso para los invitados más íntimos. El resto esperó respetuosa­mente afuera. Emocionada y en homenaje a su hermana, cantante y guitarrist­a, Máxima entonó “is this love”, el famoso tema de Bob Marley. Luego ella y su familia cantaron “Knockin’ on Heaven’s Door”, del compositor y músico Bob Dylan. No es la primera vez que lo hace, también cantó en el sepelio de su padre, en agosto pasado. A las 16.20, los asistentes salieron de la sala y acompañaro­n el féretro para la inhumación.

Delante iban Amalia, la hija mayor de la reina; su abuela, María del Carmen Cerruti, y Juan y Martín, dos de los seis hermanos de Máxima. Detrás iban los reyes y sus otras dos hijas. Máxima llevaba un ramo de flores blancas. A partir de las 17, los invitados comenzaron a retirarse. La familia real fue la última en dejar el lugar, poco antes de las 18.

“Todo es un dolor muy grande, estamos muy conmociona­dos”, expresó Benito Fernández a la salida del sepelio. El modisto vistió a inés para uno de los pocos eventos en los que se la vio en público: el bautismo de Ariane.

Máxima llegó a Ezeiza, junto a su familia, ayer a las 5.28 en el vuelo 701 de la aerolínea KLM.

“Muy conmovida y triste”, habían descripto los medios holandeses el estado de la reina al recibir la noticia de la muerte de su hermana menor, su gran protegida. inés Zorreguiet­a fue encontrada en su departamen­to de Caballito, a las 21.50 del miércoles pasado, por un familiar y una amiga.

Tanto la casa real holandesa como la Justicia porteña, que investiga su muerte, coincidier­on en que se trataría de un suicidio. Desde la fiscalía explicaron que no “se verificó hasta el momento indicios objetivos de criminalid­ad”. Se espera que los resultados de la autopsia estén la semana próxima. inés, de 33 años, había sufrido problemas depresivos y trastornos alimentari­os.

El presidente Mauricio Macri despidió a inés en un aviso fúnebre publicado, anteayer, en la nacion. “El señor presidente de la Nación, ing. Mauricio Macri; señora primera dama Juliana Awada y sus hijos despiden con profundo dolor a la hermana de S.M. la reina Máxima de los Países Bajos y acompañan a toda la familia en este triste momento”.

En el sepelio, Máxima cantó el tema de Bob Marley “Is This Love” y también “Knockin’ on Heaven’s Door”

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Rodrigo néspolo En Pilar, amigos y familiares acompañaro­n a Máxima

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