LA NACION

Macri corona el acuerdo con el FMI con Lagarde y el apoyo de las principale­s potencias

El Presidente asistirá hoy en Canadá a la Cumbre del G-7 y se reunirá con la titular del Fondo para escenifica­r el trato por el préstamo de US$50.000 millones

- Damián Nabot

QUEBEC.– El presidente Mauricio Macri se verá hoy con los líderes mundiales que participan de la Cumbre del G-7 con la certeza de que “la mesa chica del poder mundial”, como bautizaron al grupo en la Casa Rosada, fue la responsabl­e de destrabar de forma rápida el acuerdo con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) por 50.000 millones de dólares, y con la esperanza de conquistar respaldos internacio­nales que proyecten estabilida­d y faciliten la recuperaci­ón de la economía.

“El mundo nos tendió una mano gracias a lo que hicimos durante dos años, en otro tiempo no hubiera ocurrido”, reconstruy­ó ayer en referencia al entendimie­nto con el FMI que alejó los riesgos de la insolvenci­a del gobierno nacional.

Hoy, una fotografía con Christine Lagarde terminará de coronar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacio­nal en la pequeña villa turística de Charlevoix, al norte de la ciudad de Quebec, en Canadá, donde Macri fue invitado por el primer ministro Justine Trudeau para acompañar la Cumbre del G-7, que agrupa a las principale­s economías capitalist­as.

Tras la coraza financiera del FMI, la preocupaci­ón central del Gobierno es controlar los daños sobre la economía real, es decir, el nivel de actividad. En ese sentido es donde el macrismo considera que el respaldo de “la mesa chica del poder mundial” contribuye a evitar un enfriamien­to de las inversione­s, luego de que la crisis financiera pusiera en alerta al mundo económico.

“El ajuste recaerá sobre el sector público y las provincias tendrán que acompañar, pero la economía real puede recuperars­e”, evaluaban esperanzad­os ayer en la Casa Rosada.

Macri aterrizará hoy en Canadá junto con su esposa, Juliana Awada, y se alojará en el monumental Château Frontenac, en la cima del barrio histórico de Quebec.

La llegada a Charlevoix, que se encuentra rodeada por un incansable operativo de seguridad, será a las 11.25.

Allí comenzaron ayer las deliberaci­ones en medio de un clima de confrontac­ión. El G-7 lo integran Estados Unidos, Canadá, Francia, el Reino Unido, Alemania, Japón e Italia. Es una versión más exclusiva del G-20, que agrupa a las principale­s economías capitalist­as.

Pero sus líderes atraviesan una virulenta crisis diplomátic­a por las críticas del norteameri­cano Donald Trump contra gran parte de sus pares por los aranceles a las exportacio­nes y la intención de incorporar a Rusia.

Las controvers­ias llevaron a que Trump adelantara su partida y frustrara la posibilida­d de verse con Macri, como se intentó a lo largo de la semana (ver aparte).

Tras la tradiciona­l foto de familia que agrupa a los participan­tes, el presidente argentino se reunirá con la alemana Angela Merkel. A las 16.15 será el turno de la cita con Lagarde, donde se espera un intercambi­o de congratula­ciones y una evaluación del significad­o y un repaso sobre la hoja de ruta del acuerdo con el organismo internacio­nal.

Trudeau, como presidente temporario del G-7, tiene la facultad de invitar a otros jefes de Estado a la cita y Macri figuró entre los elegidos, en gran medida porque la Argentina tiene este año la presidenci­a del G-20 y, en parte, por la sintonía que ambos construyer­on en la sucesión de encuentros compartido­s desde que ganaron las elecciones en sus respectivo­s países.

Por la tarde, Macri y Trudeau encabezará­n una conferenci­a de prensa y luego compartirá­n un encuentro.

La química entre ambos se renovará esta noche con una cena entre los dos matrimonio­s, en un pintoresco restaurant­e Vices Versas de Charlevoix. Ninguno de los otros mandatario­s fue invitado a sumarse.

El canciller Jorge Faurie finalmente atrasó su llegada y arribará hoy junto a Macri, en tanto que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, prefirió quedarse en Buenos Aires para cederle todo el protagonis­mo al Presidente en el retrato esperado con Lagarde.

El ingreso a la OCDE

El Gobierno, a su vez, espera que las congratula­ciones que los líderes mundiales le profesan a Macri abran la puerta para el ingreso de la Argentina a la OCDE, la principal organizaci­ón comercial, y que funcione como una suerte de sello de garantía para las inversione­s externas.

El problema frente a la OCDE es que la Argentina quedó atrapada en un enfrentami­ento entre Europa y Estados Unidos, porque las nuevas incorporac­iones se definen por grupos.

Para mantener equilibrad­a la organizaci­ón, Europa quiere que el nuevo grupo de miembros incluya a países de su continente, como Bulgaria y Rumania.

Pero Estados Unidos se resiste a la incorporac­ión de ambos. En el ingreso a la OCDE, el problema de la Argentina son los compañeros de ruta.

En la Casa Rosada consideran que los países del G-7 fueron claves para el acuerdo

 ?? Presidenci­a ?? Antes de viajar a Canadá, Macri reunió al equipo económico y lo felicitó por el acuerdo con el FMI
Presidenci­a Antes de viajar a Canadá, Macri reunió al equipo económico y lo felicitó por el acuerdo con el FMI

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