El azote en la región de una epidemia evitable
Cada 30 minutos un niño muere en el tránsito de América latina
Gonzalo “Gonchi” Rodríguez fue un piloto uruguayo que se destacó en la Fórmula 3000 en 1997 y 1998, en la que fue compañero de equipo de Gastón Mazzacane, que hoy corre en Turismo Carretera.
Veloz y aguerrido, el camino de “Gonchi” fue trágico: se mató, en 1999, en la famosa curva Sacacorchos del circuito californiano de Laguna Seca, cuando su monoplaza del CART (hoy, Indycar) se despistó a 260 km/h.
Pero su nombre perdura en la Fundación Gonzalo Rodríguez (www.gonzalorodriguez.org) que, con sede en Uruguay y bajo la presidencia de su hermana María Fernanda, brega por la seguridad vial de chicos y adolescentes en América latina y el Caribe. No en vano, la frase que abre dicho website es: “Nos mueve la convicción de que no hay nada más importante que asegurarnos que nuestros niños lleguen a ser grandes, y a esta causa dedicamos nuestro esfuerzo.” El martes y miércoles próximos se realizará en Buenos Aires el III Foro Internacional de Seguridad Vial Infantil (Fisevi) en el que se presentará el informe Calles para la vida: Trayectos seguros y saludables para los niños de América Latina y el Caribe que, elaborado en conjunto por la F.G.R., la Fundación FIA, Unicef y Save The Children, proporciona una estadística pavorosa: cada media hora un niño muere en nuestra región víctima de un siniestro de tránsito.
Por eso, solo cabe hacerse eco de este reporte y del Fisevi, que hacen “un llamado a la acción en toda la región, en especial de parte de los líderes políticos, para que se trabaje por el derecho de cada niño a tener un entorno sano y seguro donde moverse, y fomentar el apoyo mundial para acabar con esta epidemia evitable que está destruyendo las vidas infantiles”. •