Fernández y Báez cayeron en sus finales, pero conocen el camino

El prodigio del tenis adaptado y el Nº 1 en juveniles, de 17 años, quedaron a un paso

PARÍS.– Son dos historias inspiradoras. Tienen mucho en común Sebastián Báez y Gustavo Fernández, tenistas argentinos que alcanzan finales de Roland Garros y no se conforman. Báez, el Nº 1 mundial de los juniors, pierde con el chino Chun Hsin Tseng por 7-6 (7-5) y 6-2 y Gustavo Fernández, el número 2 de tenis adaptado, cae contra el japonés Shingo Kunieda por 7-6 (7-5) y 6-0. El aprendizaje es el camino.

Gustavo se va a quedar unos días en París y, luego, volará a Rusia para disfrutar del último partido de la Argentina en la primera etapa del Mundial, contra Nigeria. “Tengo la bronca normal de sentir que se me escapó otra final. Es parte del camino”, advierte, en un costado de la cancha 7.

El cordobés, a los 24 años, acepta el desafío: siempre quiere más. “Nunca me conformo. Me tocó perder partidos muy duros a lo largo de mi carrera y siempre siento que me sirvió un montón. Él jugó mejor. En el segundo set perdí la línea completamente”, interpreta. Vale en el tenis, vale más lejos de los courts.

Sebastián Báez tiene solo 17 años. Tímido en la vida y valiente en la cancha, tiene como espejo al belga David Goffin. No es igual a la mayoría de los adolescentes. “Me perdí muchas cosas, como el viaje de egresados. Pero pienso en que quiero ser alguien y siento que vale la pena”, señala Sebastián. “Cuando pisás un Grand Slam, te pasan muchas cosas por la cabeza. Siempre tengo presente a todos los que ayudaron. Y sobre todo a Batata (Clerc), porque hace seis años que trabajo en su Academia y me cambió a nivel tenístico y mental, era bastante inmaduro”.

Sigue las materias de la escuela secundaria on line. Empezó a jugar futures y después de Wimbledon, de a poco, se meterá en los challengers. “Mi sueño es ser número uno del mundo. Pero, en realidad, lo que quiero es que algún día alguien diga: ‘qué bien que juega ese flaco’”.