LA NACION

Atractivos para jugarse todo en territorio vikingo

- por Pierre Dumas

1 El Círculo Dorado

Gullni Hringurinn es el Círculo Dorado en islandés. No es el título de una obra wagneriana ni de alguna nueva serie televisiva con vikingos sino un tour por tres lugares cerca de la capital, Reikiavik. La primera parada es en el Parque Nacional de Thingvelli­r, Patrimonio Mundial de la Unesco. En verano las praderas son bien verdes, el lago azul y una bandera flamea delante de una capilla de paredes blancas. Pero lo más interesant­e está entre las rocas de la meseta volcánica que domina el bucólico paisaje. La falla que abre como un paso entre la lava es la prueba más visible de la separación de las placas tectónicas de América del Norte y Europa. Caminando por la brecha, uno puede pensar que tiene un pie sobre cada continente. Los vikingos no lo sabían, pero habían elegido este lugar por su acústica y su singular geografía. Cada verano se reunían para administra­r justicia y debatir de leyes durante una asamblea considerad­a como el ancestro de los parlamento­s actuales. Además de caminar, se puede bucear de un continente a otro en la laguna de la fisura de Silfra. Una opción para quienes tienen alma de vikingo porque las aguas son muy -muy- frías. El Círculo Dorado sigue hasta Geysir, sitio que dio su nombre a todos los demás chorros de agua caliente naturales. Ahí, el Strokkur escupe agua a 20 metros de altura cada cinco a diez minutos. En el mismo predio hay varias fuentes geotermale­s y las más frías se mezclan en superficie con otras que están en ebullición. La vuelta termina en Gulfoss, a una hora y media de ruta de la ciudad, la mayor catarata de agua de Islandia. ◗El Círculo Dorado se visita todo el año. En verano se puede hacer por cuenta propia. En invierno es mejor sumarse a una excursión; las rutas son difíciles, con nieve y hielo. Cuesta unos US$100 por persona. Para bucear en Sifra, prever tres a cuatro horas adicionale­s y más de US$170 por persona.

2 Vikingos En serie

Reikiavik es una de las capitales más pequeñas del mundo. Durante el día sus imperativo­s turísticos son la catedral, de diseño modernoso, la estatua de Leifr Erikson (el vikingo islandés que condujo la expedición que descubrió América del Norte) y el local del “mejor hot-dog de Europa”. Bill Clinton puede dar fe, ya que pidió ir expresadam­ente cuando estuvo allí.

Por la noche, la visita se orienta hacia bares que compensan, con el calor de las charlas y la música ((Islandia es la patria de Sugarcubes, Gus-gus, Björk y Sigur-rós) en vivo, el frío que hace afuera. Los fanáticos de la serie Vikings tienen su circuito, empezando por el Saga Museum, con personajes de cera y ambientaci­ones. Al final de la visita, los aprendices de bárbaros se sacan fotos con atuendos idóneos.

En la Casa de la Cultura se pueden ver manuscrito­s de las famosas sagas islandesas, principal fuente de informació­n sobre los tiempos vikingos. En las afueras de la ciudad, el recorrido llega a Árbaerm, museo al aire libre donde fue reconstitu­ido un pueblo tradiciona­l, con casas originales traídas de varios lugares de Islandia. Son construcci­ones de madera semienterr­adas, con techos cubiertos de una gruesa capa de césped. Finalmente, cerca de Keflavik (donde está el aeropuerto internacio­nal, a unos 50 kilómetros) se levanta el Viking World, donde se exhibe el drakkar Íslendingu­r. Esta réplica navegó de Islandia a Nueva York en el 2000, copia de los barcos que llevaron a Leifr hacia Terranova hace un milenio. ◗El Saga Museum abre de 10 a 18 todos los días. Está en Grandagard­hur 2. Entrada, US$22. La Casa de la Cultura abre de 10 a 17, en Hverisgata 15. Entrada, US$10. El museo de Árbaer abre de junio a agosto, de 10 a 17. La entrada cuesta US$15. El puesto de hot-dogs se llama Baejarins Beztu Pilsur. Abrió varias sucursales, pero el original está en Tryggvagat­a 1.

3 bananas bajo El Círculo polar

Islandia es el país del hielo y del fuego, todo junto. Los volcanes y los glaciares son moneda corriente. A 50 kilómetros de Reikiavik, en un pequeño valle, luego de cruzar un gran campo de lava , se encuentra el pueblito de Hveragerdh­i (jardines calientes, en islandés). Un terremoto en 2008 dejó marcas, pero fueron aprovechad­as con fines turísticos por los vecinos, con un museo y un sendero hasta fumarolas que salen literalmen­te de las entrañas de la tierra.

Pero lo que todos quieren ver son los invernader­os donde crecen las bananas del polo norte. El pueblo está rodeado por invernader­os, calefaccio­nados por surgentes cálidas, donde se producen tomates y otros cultivos de climas más soleados. Turismo en Hveragerdh­i: www. hveragerdi.is

4 Conexión marciana

En el norte de Islandia, Akureyri es la segunda ciudad más poblada del país. Aunque en un territorio tan chico ser la segunda no es sinónimo de muchedumbr­e (19.000 habitantes).

La ciudad aparece regularmen­te en las páginas de las novelas negras y en la obra de Arni Thorarinss­on. Queda en un exótico norte para los habitantes de Reikiavik del sur, en tanto para los turistas es la puerta de entrada al lago Myvatn, uno de los paisajes más increíbles en un país donde abundan los paisajes increíbles, paraíso para la observació­n de aves, especialme­nte en verano. La especie más emblemátic­a es un pato de plumaje blanco y negro, el porrón islándico. El héroe de saga Víga-skúta vivió en la granja Skutustadh­ir, a orillas del lago, lugar conocido por sus extrañas formas geológicas que por su pasado literario: allí quedan los seudocráte­res, formacione­s que parecen pequeños volcanes pero se formaron en realidad cuando explotaron bolsones de vapor en la lava, al contacto con el agua fría del lago.

Los astrónomos piensan que el mismo proceso se produjo en la superficie de Marte y avistaron conos similares sobre el planeta rojo.

Turismo en Myvatn: prever una hora en auto desde Akureyri. Llevar repelente en verano porque -como su nombre indica- Myvatn es el lago de las Moscas. Hay varios servicios alrededor del lago (taxi, mercadito, alquiler de vehículos, banco). El centro de informació­n abre de 8 a 18, en verano únicamente. En invierno la región del lago es el mejor apostadero de Islandia para ver auroras boreales. www.visitmyvat­n.is

5 Como En las sagas

Nadie puede pretender haber conocido Islandia si no ha hecho alguna travesía a caballo. Una única raza de equinos vive en la isla, descendien­te de los que trajeron los vikingos a fines del primer milenio. Son pequeñas monturas muy resistente­s que tienen un andar muy confortabl­e gracias a sus cinco pasos. El deporte nacional de los islandeses, más que el fútbol, es la equitación. Además de campeonato­s, montan sus caballos para paseos y expedicion­es por el interior, como hacían sus ancestros vikingos cuando viajaban de una punta a otra de la isla. Los citadinos también arman este tipo de expedición, como una manera de mantener un vínculo con su historia. El circuito más popular entre las travesías que se comerciali­zan a los extranjero­s es por el Landmannal­augar, un gran valle desértico en el sur. El paisaje es tan increíble que parece haber caído desde algún exoplaneta: un río tentacular de aguas calientes corre entre montañas de colores intensos y alimenta lagunas de tonos azules metálicos.

Para recorrer el Landmannal­augar, hay que dedicarle 6 a 7 días. Con toda la logística incluida, a partir de US$2000 por persona, con pernoctes en refugios, varias monturas por día, paradas en piletas termales naturales. Solo de mediados de junio a mediados de septiembre.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina