TRES CLAVES DEL MÉTODO PARA ESCRIBIR
1 Un oído absoluto Podría decirse que Martín Caparrós tiene oído absoluto. No sabemos si lo tiene para la música a secas (toca el saxo tenor bastante mal, según se juzga a sí mismo), pero sí es seguro que lo tiene para la música de las palabras. Ese oído deriva en una precisión de orfebre en la utilización del lenguaje, y sobre todo en la capacidad con que capta el habla de sus personajes, sobre todo en la crónica. 2
El valor de la investigación Es probable que El hambre y La voluntad. Historia de los movimientos revolucionarios en la Argentina sean los libros que mejor expresen el peso de la investigación dentro de la obra del autor. No son los únicos. Muchos de sus textos están precedidos por pesquisas exhaustivas.
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Una curiosidad insaciable
Es, por encima de todo, un periodista, es decir, alguien que mira, escucha e interroga. Cronista eximio, lo guía una curiosidad sin límites. En el principio de sus trabajos, muchos de ellos extraordinarios registros de viajes extenuantes por territorios pocos explorados y muchos, también, frescos en los que parece colarse la sed de conocimiento de un arqueólogo o de un antropólogo, está la curiosidad, el ansia de comprender el mundo y a sus semejantes.