La sonrisa cambió frente a un rival que lo desvela: Messi
Islandia modificó la rutina y se blinda hacia afuera; solo dejó ver el trabajo recreativo y hasta imaginó la presencia de un espía
GELENDZHIK, Rusia.– El tiempo se acorta para Islandia. La sensación de estar cada vez más cerca del debut mundialista ante la Argentina hace que se cambien los gestos. Los jugadores dejan atrás las sonrisas y la diversión. Sus caras se tornan más serias, tensas. Las respuestas son directas, sin el vuelo de días atrás. Al menos eso es lo que eligen hacer en público. Es que el partido está a la vuelta de la esquina. Y allí está, también, Lionel Messi. Todo lo que la Pulga representa, los desvela.
La apertura que mostraron el fin de semana, desde ayer dejó de existir. Ocultaron cada movimiento relativo al juego, cada maniobra que se pudiese captar desde Bronnitsy. Hay 1500 kilómetros de distancia. Por eso, lo que el entrenador Heimer Hallgrimson mostró fueron sólo los movimientos de recreación. Puertas adentro prepara todo de forma minuciosa. Repara en cada detalle. “Tenemos con qué sorprender… pero no se lo vamos a contar”, le dijo a la nacion uno de los integrantes del cuerpo técnico. Islandia se permite soñar.
Hoy, para el equipo vikingo, lo más importante es la intimidad. Tratar de fortalecer la unión del grupo. Lo cuentan los propios jugadores: algunos, se pasan buena parte del tiempo charlando; otros, eligen la recreación. Primero, los juegos de fútbol; después, los de acción. Todo en las computadoras. Compiten en red –varios conectados al mismo tiempo– al Fortnite, un juego de acción. Pero cuando llega el tiempo de trabajar, se enfocan en cada detalle. Sobre todo el cuerpo técnico, atento dentro y fuera de la cancha. Vale sino lo que hicieron ayer: enviaron a la policía a controlar uno de los balcones de los edificios que miran a la cancha donde se desarrollaba la práctica: pensaron que estaban filmando los movimientos, pero descubrieron que era sólo un hombre que vivía allí y tomó un par de imágenes.
A Islandia lo desvela en qué condiciones llegará Aron Gunnarson al partido con la Argentina. Es más que el capitán: es el corazón del equipo, el líder. Quien lleva la voz de mando, el que contagia a sus compañeros. El “prototipo” de jugador islandés. ¿Cómo son? “Futbolistas aguerridos, solidarios, que no dan ninguna pelota por perdida, que siempre van a entregar un poco más”, al menos así los definió Helgi Kolvidsson, integrante del cuerpo técnico, ante la consulta de la nacion.
Gunnarson es, entre muchas otras cosas, quien llevaba adelante el festejo vikingo que se hizo famoso en la Eurocopa 2016. Esos jugadores de frente a su público, con aplausos al cielo y gritos que se hacían cada vez más fuertes. Si él no llega a jugar el sábado, su lugar lo ocuparía Rurik Gislason, lo que obligaría al entrenador a mover una pieza en la mitad de la cancha. El equipo sería: Hannes Halldórsson; Birkir Saevarsson, Kari Arnason, Ragnar Sigurdsson y Hordur Magnusson; Johann Gudmunsson, Aaron Gunnarsson, Emir Hallfredsson y Birkir Bjarnason; Gyfli Sigurdsson; Alfred Finnbogason o Jon Bodvarsson.
Entre las fortalezas, el juego aéreo lidera el punteo. Tiene zagueros con altura y, además, enseñan un minucioso trabajo de la pelota parada: rotan las búsquedas, lo que hace más difícil la marca. Gyfli Sigurdsson, el Nº 10, el jugador más desequilibrante. En él se deposita la esperanza vikinga. A la hora de defender son fuertes y aguerridos, pero también algo torpes. Cuando tienen que defender, retrasan diez hombres al área si se trata de una acción de pelota detenida.
Esta gesta histórica que Islandia comenzará a transitar en la Copa del Mundo desde que se enfrente con la Argentina puede tener el desenlace menos pensado. No por el resultado, sino porque son varios los que hoy se preguntan qué pasará en el futuro. La continuidad de uno de los protagonistas principales de la historia, su entrenador Heimer Hallgrimson, la duda que los envuelve y genera incertidumbre.
El contrato de Hallgrimson terminará una vez que finalice la participación en la Copa del Mundo, y aunque desde la Federación le insistieron para renovar el vínculo, el entrenador pidió un tiempo para definir su futuro. Quiere disfrutar este presente, aprovecharlo al máximo. Para él, un buen Mundial también puede ser el lanzamiento para algo mayor. “Estamos seguro que lo resolveremos, pero respetamos el pedido y volveremos a analizarlo luego de Rusia”, comentó uno de los dirigentes de la Federación que acompaña a la delegación, la que empezó a tensar el músculo y a ultimar los detalles para un histórico estreno.