La Iglesia expresó su dolor y advirtió que las mujeres “siguen sin tener respuestas”
Más duro, el padre Pepe dijo que hubo una “estafa moral” porque el tema no se habló en la campaña
Por distintas vías, la Iglesia transmitió su malestar por la media sanción al proyecto de legalización del aborto. Oficialmente, el Episcopado expresó su dolor y advirtió que “la situación de las mujeres frente a un embarazo no esperado, la exposición a la pobreza, a la marginalidad social y la violencia de género siguen sin tener respuesta”.
En forma más contundente, el padre Pepe Di Paola, una de las voces de la Iglesia que había expuesto en las audiencias públicas en la Cámara de Diputados, denunció que “hay una estafa moral” en los legisladores, al sostener que “quienes ganaron la elección no propusieron el tema del aborto en la campaña” y que “el único partido que lo propuso sacó muy pocos votos”.
“El aborto es malo, pero que se utilice a los pobres para promoverlo es mucho peor¨, sentenció el padre Pepe, que en los últimos 20 años viene trabajando en villas y acompañando de cerca las poblaciones vulnerables. Horas después de la votación, en diálogo con Radio María, calificó el debate legislativo como “muy superficial”.
Y el arzobispo de La Plata, Víctor Fernández, luego de transmitir su “tristeza profunda”, advirtió que “el Gobierno habilitó este debate sin haber previsto las soluciones reales a los problemas de las mujeres. Y el peronismo se agarró de la ola mediática y le dio los votos para aprobarlo”.
“Nadie se ocupó de ellas en estos días y se votó un proyecto de ley que habilita el aborto gratuito también para las ricas. Tampoco se definió un sistema de acompañamiento para embarazos no deseados, de facilidades para la adopción y de tantas otras posibilidades que resolverían este problema sin la muerte de los pequeños”, declaró Fernández, que mañana tomará posesión de la arquidiócesis platense.
La declaración del Episcopado fue más cauta. “Nos duele como argentinos esta decisión”, dijo la comisión ejecutiva del organismo, que encabeza el obispo Oscar Ojea. Afirmó que a los problemas de la exposición a la pobreza y la marginalidad social “se ha sumado otro trauma: el aborto”.
Frente al debate en el Senado, los obispos llamaron a despolitizar la discusión y “buscar soluciones nuevas y creativas para que ninguna mujer tenga que acudir a un aborto”. Pidieron a los legisladores evitar batallas ideológicas y elaborar “proyectos alternativos que puedan responder a las situaciones conflictivas, reconociendo el valor de toda vida y de la conciencia”.
Según pudo saber la nacion, el resultado ajustado llevará a la Iglesia a mantener la estrategia con la que acompañaron el debate en la Cámara de Diputados. Esto es: reclamar la necesidad de establecer caminos de diálogo, pese a que las posiciones irreductibles difícilmente encuentren cauces para el consenso, y ceder el protagonismo a los laicos y las ONG.
“Es necesario un diálogo sereno y reflexivo. Vivir el debate como una batalla ideológica nos aleja de la vida de las personas concretas”, dijeron los obispos. En tono autocrítico, admitieron falencias en su tarea pastoral, al señalar “debilidades propias”, por ejemplo, en “la educación sexual integral en nuestras instituciones educativas”.