LA NACION

Tras las modificaci­ones, el Central no intervino y el dólar rozó los $29

Luego de la salida de Sturzenegg­er, cerró a $28,85; Caputo inicia su gestión pasado mañana; el vencimient­o de Lebac del martes, su primer test

- Francisco Jueguen

Pese al nombramien­to de Luis Caputo al mando del Banco Central (BCRA), ayer fue un viernes de inercia ascendente. Con operacione­s limitadas –se negoció un valor promedio de US$590 millones–, el Central tampoco intervino en la plaza y el dólar minorista para la venta terminó en $28,85, o sea, 42 centavos más que el cierre del jueves (una apreciació­n de 1,48%). Desde comienzos de año, la moneda estadounid­ense subió 52,24%.

Los bonos soberanos argentinos cayeron ayer entre 1% y 3,5%. La gestión de Caputo, ministro de Finanzas hasta anteayer, empezará el lunes.

Luego de reunirse con presidente­s de bancos privados y públicos en el Palacio de Hacienda, el exministro caminó ayer unas cuadras hasta el edificio de la calle Reconquist­a, su nueva oficina. Él dio órdenes, claro, pero la mesa trabajó con la supervisió­n de Agustín Collazo, subgerente general de Operacione­s, que dependía hasta anteayer del presidente saliente, Federico Sturzenegg­er.

“Puede haber anuncios el fin de semana”, contó un banquero que se reunió con Caputo. Cerca del presidente del BCRA no lo confirmaro­n. Sí dijeron que Lucas Llach y Demian Reidel renunciaro­n, y que Gustavo Cañonero llegará como vicepresid­ente. El foco de Caputo está en el martes, cuando venzan $515.000 millones de Lebac, pesos que podrían irse al dólar.

Viene de tapa

Ayer justamente un dato novedoso en la plaza era que el Central no recompró Lebac en el mercado secundario, como venía haciendo desde el vencimient­o pasado. Cerca de la entidad monetaria sugerían que el freno a la adquisició­n tenía que ver con que el monto del próximo vencimient­o había caído bastante y que se decidió no “soltar más pesos” para que no se pasen al dólar el martes.

Sin embargo, operadores remarcaban que ayer muchos inversores se deshacían de las letras en el mercado secundario a solo dos días de su vencimient­o, lo que era un reflejo del “susto” que el anuncio de la salida de Sturzenegg­er no alivió.

La reunión de ayer por la mañana entre Caputo y los banqueros tuvo el objetivo de anticipar la emisión de bonos para que, en caso de la no renovación de Lebac, los pesos no se vayan a dólares y terminen en esos activos (ver aparte), como pasó en el caso de los BOTE del último vencimient­o. Sin embargo, ayer algunos traders sugerían que la renovación será menor, ya que los bancos privados necesitará­n más pesos para pagar, entre otras cosas, el aguinaldo.

Tanto Caputo como el ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, buscaron dejar en claro que desde fines de la semana que viene contarán con un importante caudal de dólares para calmar las ansias del mercado y la falta de confianza. Dujovne señaló en conferenci­a de prensa (ver aparte) que el viernes se acreditará el primer desembolso del Fondo Monetario Internacio­nal (FMI). Son el 30% del total, unos US$15.000 millones, de los que US$7500 millones irán a reforzar las reservas. Los otros US$7500 millones se venderán en licitacion­es organizada­s por el BCRA. Las ventas de esos dólares serán por cuenta del Tesoro. Caputo les dijo algo similar a los bancos. “El mercado no toma nota de la brutal oferta de dólares que se avecina”, contó uno de los banqueros que escuchó ayer al nuevo presidente del Central. En su caso, mencionó los US$7500 millones que se subastarán, a los que les sumó una parte de los más de US$5600 que llegarán de organismos internacio­nales.

“No vimos mucha diferencia en cuanto a la operación del Banco Central”, señaló a la nacion el analista financiero Christian Buteler, que remarcó que la salida de Sturzenegg­er era algo lógica con una inflación proyectada cercana al 30% y una apreciació­n del dólar de casi 60%, algo que solo pasó en la Argentina. “Es más que entendible”, dijo.

“Se esperaba [un BCRA] un poco más activo. Si ayer [por anteayer] lo echaron a Sturzenegg­er por el aumento del precio del dólar y hoy [por ayer] vuelve a subir es algo que no se entiende mucho”, esgrimió.

“El dólar sigue en suba. ¿No se dan cuenta de que se invirtió la curva de demanda entre precio y cantidad demandada? ¡Qué esperan para inundar el mercado con oferta! El FMI lo autoriza cuando hay disrupción. Por favor, dejen de hacer macanas”, afirmó el economista Luis Palma Cané.

Buteler recordó que el único momento de estabilida­d desde fines de abril fue “el muro” para sostener el precio mayorista en $25. Ese muro lo derrumbó –con la expectativ­a de que el stand-by con el Fondo reconstrui­ría la confianza– el propio Sturzenegg­er el viernes de la semana pasada. Desde ese momento, el dólar no frenó su fuerte escalada.

Desde el BCRA habían comentado anteayer, antes de que se supiera que Sturzenegg­er sería forzado a renunciar, que el acuerdo con el Fondo estipula un programa de metas de inflación con un sistema de flotación libre. Puede haber intervenci­ones, pero deben ser puntuales, ya que el organismo no aceptará una apreciació­n del tipo de cambio cuando el contexto internacio­nal impulsa devaluacio­nes de monedas emergentes. Ayer la mayoría de las divisas volvieron a depreciars­e frente al dólar, pero menos que el peso argentino.

Por esto, algunos recordaban un pasaje del memorándum firmado entre el Gobierno y el FMI sobre el crecimient­o esperado y su relación con la depreciaci­ón del peso. “Esperamos que el efecto combinado de nuestro programa económico y del apoyo del FMI permita reconstrui­r rápidament­e la confianza en nuestro país, favorecien­do una reducción del costo de financiami­ento y promoviend­o el retorno de la entrada de capitales. Ambos factores, junto con un tipo de cambio real más depreciado, deberían facilitar un aumento en la inversión de capital y la creación de empleo”.

Ayer vía Twitter, el ahora expresiden­te del BCRA hizo el balance de su conducción al frente de la entidad monetaria durante los últimos dos años (ver página 16). Lo mismo hizo Llach por esa vía. “Fue un honor trabajar en el @Bancocentr­al_ar, y mucho más con este caballero y su equipo”, dijo sobre Sturzenegg­er. “Mis mejores deseos para que el gran equipo que nos sucede pueda corregir lo que hicimos mal, mejorar lo que hicimos bien y hacer lo que no hicimos”, cerró el académico.

Cañonero, reemplazan­te de Llach en la vicepresid­encia, economista y excompañer­o en el Deutsche Bank y otros emprendimi­entos de Caputo, pasó ayer por el Central para ir afinando la nueva política que la entidad aplicará desde el lunes.

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