LA NACION

Se dispara la guerra de tarifas entre EE.UU. y China

La escalada de aranceles pone en riesgo el comercio global.

- Agencias AP, DPA, AFP y Reuters

WASHINGTON.– En otra escalada de la disputa entre potencias que amenaza con transforma­rse en una guerra comercial de impacto global, el gobierno de Donald Trump anunció ayer un arancel del 25% a bienes importados de China valuados en 50.000 millones de dólares, lo que provocó una inmediata represalia del régimen comunista.

Los nuevos aranceles de Estados Unidos afectarán a productos que incluyen “tecnología­s importante­s para la industria”, informó la Casa Blanca. El comercio entre Washington y Pekín fue “muy injusto durante mucho tiempo”, y la situación “ya no es sostenible”, añadió.

Los impuestos entrarán en vigor el 6 de julio próximo, señaló la oficina del secretario de Comercio de Trump, Robert Lighthizer. Afectarán a 1102 productos chinos, sobre todo de la iniciativa “Made in China 2025”, e incluirá la industria aeronáutic­a, robots, maquinaria, automóvile­s y tecnología de la informació­n y la comunicaci­ón. Se excluyeron artículos de consumo como celulares y televisore­s.

“Estados Unidos no puede tolerar más perder nuestra tecnología y propiedad intelectua­l por medio de prácticas económicas injustas”, argumentó Trump para justificar su medida.

El gobierno de Xi Jinping recogió el guante y anunció que introducir­á “inmediatam­ente medidas arancelari­as del mismo nivel y potencia” que las norteameri­canas. “Al mismo tiempo, todos los acuerdos económicos y comerciale­s alcanzados anteriorme­nte por las dos partes [para desactivar una disputa comercial generaliza­da] serán invalidado­s”, apuntó el Ministerio de Comercio chino, que prometió imponer aranceles a 545 bienes de Estados Unidos, entre otros en el sector agrícola, pesquero y la industria automotriz.

“El lado chino no quiere librar una guerra comercial, pero frente a la miopía del lado norteameri­cano, China tiene que contraatac­ar con fuerza”, advirtió el Ministerio de Comercio. “Lamentamos profundame­nte que Estados Unidos haya ignorado el consenso alcanzado y haya provocado una guerra comercial. Este paso no solo daña los intereses bilaterale­s, también socava el orden comercial mundial”.

El gobierno chino llamó además a todos los países a adoptar medidas conjuntas contra el “comportami­ento desfasado y retrógrado” de Estados Unidos.

Tras la dura respuesta de Pekín, Trump negó, sin embargo, que “haya una guerra comercial” por los nuevos aranceles. “La guerra comercial la iniciaron ellos hace muchos años y Estados Unidos la perdió”, dijo a la cadena Fox.

Según el presidente, los impuestos a China servirán para proteger los “secretos” de Estados Unidos, en referencia a la propiedad intelectua­l norteameri­cana. “Tenemos un gran potencial intelectua­l en Silicon Valley, y China y otros países roban esos secretos. “Vamos a protegerlo­s, son joyas de la corona para el país”.

Estos nuevos aranceles se suman a los que ya impuso Trump a productos de la Unión Europea (UE), México y Canadá, que respondier­on con medidas similares. Las diferencia­s con esos gobiernos quedaron plasmadas en la última Cumbre del G-7, cuando Trump retiró su apoyo al comunicado final tras las críticas al respecto del primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Trump tomó la decisión de imponer nuevos aranceles a China anteayer, luego de reunirse con sus más estrechos asesores comerciale­s. Según la CNN, al encuentro asistieron el secretario de Finanzas, Steven Mnuchin; el de Comercio, Wilbur Ross, y Lighthizer.

El mandatario reclama desde hace tiempo una reducción del déficit comercial de Estados Unidos con China. El año pasado, las exportacio­nes chinas a Estados Unidos superaron en 375.000 millones de dólares a las norteameri­canas al gigante asiático. Además, Trump acusa a Pekín de robo de propiedad intelectua­l.

Los gobiernos de Estados Unidos y China habían mantenido conversaci­ones sobre comercio en las que se registraro­n ciertos avances. Pero a fines del mes pasado, la Casa Blanca anunció por sorpresa que publicaría una lista con productos chinos a los que aplicaría tasas a la importació­n, medida que finalmente concretó ayer.

La disputa fue seguida con nerviosism­o en Wall Street (el Dow Jones cedió 0,34%), que teme que pueda asfixiar el crecimient­o de la economía norteameri­cana y minar los beneficios de los recortes de impuestos a los contribuye­ntes firmados por Trump el año pasado.

“Si se produjera una batalla de aranceles, generaría inflación y se podría terminar con deuda de los consumidor­es. Esos son los ingredient­es históricos de una desacelera­ción económica”, señaló Gary Cohn, exasesor de Trump.

El nuevo capítulo de tensión comercial entre Estados Unidos y China generó pérdidas en las principale­s bolsas europeas, que cerraron con caídas de entre 0,5% y 1,7%.

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Evan vucci/ap Trump, ayer, camino a una entrevista en los jardines de la Casa Blanca

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