Entendernos
Después de los terribles enfrentamientos que sacudieron a Colombia, Camila Cienfuegos, líder de las FARC, dijo: “Hemos podido comprender que nos enfrentamos innecesariamente, porque ninguno entendía al otro. Creo que debemos buscar entendernos”. Nosotros, los argentinos, no nos estamos entendiendo, pero además no nos estamos mirando. Distintas circunstancias se unieron para trazar un panorama donde surgen diferencias que parecen irreparables. Frente a un oficialismo aquejado de problemas internos complejos y circunstancias adversas externas, surge un sector de la oposición que, más que buscar soluciones, lleva la disputa al choque oportunista que sirve a algunos opositores para despertarlos de su propio fracaso y los impulsa a destrozar al adversario, sin medir costos futuros. Hay odios que asustan y una verborragia descontrolada. Muchos de los que miran de afuera tampoco ayudan a mejorar el clima, y tampoco un periodismo que se detiene en el relato morboso de lo peor y echa leña al fuego, tratando muchas veces de capitalizar el descontento o repitiendo consignas de una campaña que parece orquestada para agudizar los problemas.
Si nos miramos y miramos a nuestro alrededor, muchas dudas se cruzan que llevan al desaliento porque, en el fondo, nos cuesta creer que estemos condenados a tropezar con las mismas piedras. Alguna vez nuestras miradas deben ir más allá, si nos proponemos individual y colectivamente pensar en lo que podemos hacer, entendiéndonos con “el otro”, sin buscar ganancias efímeras, sin utilizar a los más desprotegidos para movilizarlos en el ruido violento de las calles y, sobre todo, sin buscar servirnos de la democracia como un instrumento de llegada al poder, para después descontrolarla y echar por tierra su verdadera razón de ser.
Sofía Laferrère de Pinedo slaferrere@gmail.com