LA NACION

El excantante de Callejeros, Pato Fontanet, hizo su primer show luego de recibir el beneficio de la libertad condiciona­l

Con su banda Don Osvaldo, Pato Fontanet concretó el primero de los 10 shows que tiene previstos en Córdoba

- Tomás Marcó del Pont Con la colaboraci­ón de Gabriela Origlia.

CÓRDOBA.– Arrancó cantando sin decir ni buenas noches. Directo a la música. Ante la expectativ­a de las más de cinco mil personas que esperaban la palabra de Patricio Fontanet en su vuelta a los escenarios tras haber recibido el beneficiad­o de la libertad condiciona­l prefirió inclinarse por cantar y respetó las reglas impuestas por la jueza Vilma Biscelgia, que le prohibió hablar de Cromañón.

“No saben lo que nos costó llegar acá”. Esas fueron las primeras palabras de Fontanet después de un inicio furioso. Los temas más representa­tivos suelen quedar siempre para el final, pero Fontanet eligió cambiar esa tradición artística y no dejarse llevar por lo que la gente esperaba. “Rocanroles sin destino” fue el disparador de un show que fue una especie de celebració­n (a pesar de las circunstan­cias judiciales) de principio a fin. Uno de los temas más representa­tivos del excantante de Callejeros dio inicio a un espectácul­o que duró casi tres horas. Pañuelos verdes en el cuello y en las muñecas; camisetas negras con el logo de Callejeros y medio centenar de banderas en la pista del estadio y una decena colgadas de los balcones fueron parte del rito del regreso de Fontanet tras cumplir dos tercios de su condena a siete años de prisión por el incendio ocurrido el 30 de diciembre de 2004 en Cromañón durante un recital de Callejeros, que dejó un saldo de 194 víctimas fatales y numerosos heridos.

El cantante recogió buzos, gorras y camisetas que sus fanáticos le tiraban, a tal punto que hacia el final le costaba encontrar su toalla blanca debajo de la pila. A los cánticos “Vamos, Callejeros, vamos a tocar” con que arrancó la espera, se fueron sumando con el paso del tiempo “el que no salta es militar” y algunos contra el actual presidente. Después del primer intermedio –que se extendió unos 20 minutos–, llegó el primer coro: “Pato, Patoooo”. Fontanet agradeció varias veces a Córdoba, ciudad que adoptó como propia después de la tragedia de Cromañón, y bromeó sobre su figura en reiteradas oportunida­des.

El excantante de Callejeros, a diferencia de lo esperado, prefirió dejar un poco de lado la banda que lo llevó al éxito y se dedicó a cantar canciones de su último disco, ya con Don Osvaldo. No hubo un intermedio. Ni dos. Ni tres. Cuatro parates de algunos minutos fueron aprovechad­os por los fanáticos para intentar llegar al baño sin perderse ningún tema. Fontanet se mostró distendido, como sabiendo qué podía hacer y qué no.

El frío no tuvo efecto en la noche cordobesa. El pogo estuvo presente de principio a fin. Desde “9 de julio” hasta “Ilusión” las banderas flamearon sin parar y la intensidad no bajó en ningún momento.

Uno de los puntos que estaban bajo la lupa era la seguridad. El operativo tuvo las mismas dimensione­s que los de un show para un estadio de 20.000 personas. La Plaza de la Música albergará estas diez noches a 5000 personas y contará con tres veces más seguridad privada y cuatro veces más policías que lo habitual.

Patrullero­s, agentes y cámaras rodearon la zona hasta a unas cuatro cuadras del lugar. José Palazzo, el productor, dijo a la nacion que se sobredimen­sionó “porque la oportunida­d lo amerita”.

 ?? Diego lima ?? Un cantante contenido, ante 5000 personas
Diego lima Un cantante contenido, ante 5000 personas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina