Refugiados, un drama que bate récords
Fueron 68,5 millones en 2017, casi un 5% más que el año anterior; la ONU alertó sobre el agravamiento de la tragedia y exigió un plan mundial; Venezuela y Colombia, los casos más serios en la región
GINEBRA (AFP).– Convertida en un drama de alcance global, la crisis de los refugiados y desplazados volvió a batir récords en 2017 por quinto año consecutivo: hubo 68,5 millones, casi 5% más que en 2016, según un informe de la ONU. Las guerras, los conflictos internos y las limpiezas étnicas fuerzan diariamente a 44.500 personas –en promedio– a dejar sus hogares, como los migrantes que buscan llegar a las costas españolas (foto).
GINEBRA.– La crisis de los refugiados y desplazados siguió creciendo en 2017 y alcanzó niveles récord por quinto año consecutivo, a 68,5 millones, una catástrofe global que pone diariamente a 44.500 personas en fuga de guerras, conflictos internos y limpiezas étnicas.
Los refugiados que huyeron de sus países representan 25,4 de ese número total, la cifra más numerosa jamás registrada, según el informe anual de la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur), presentado ayer en Ginebra. Los otros 43,1 millones son desplazados internos, con Colombia a la cabeza del ranking internacional.
“La cifra global ha vuelto a subir en un par de millones”, dijo el titular de la Acnur, Filippo Grandi, al presentar el informe. Los conflictos de la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y la limpieza étnica a los rohingya en Myanmar catapultaron las cifras, detrás de las cuales se oculta el drama del viaje por parajes inhóspitos y la llegada a precarios campos de refugiados.
El aumento de los números se debe “a los conflictos prolongados y la falta de soluciones para los que siguen abiertos, que ponen una presión continua sobre civiles en países en conflicto que los llevan a dejar sus casas, y crisis nuevas o agravadas”, dijo Grandi, al advertir que la crisis está en un “punto de inflexión” que exige un enfoque integral de todos los gobiernos.
En ese sentido, destacó el Pacto Mundial sobre Refugiados, listo para la adopción por la Asamblea General de la ONU y que incluye fondos para combatir las causas del desplazamiento de la población.
Pese a la atención mediática en la crisis de refugiados de la Unión Europea (UE), y el clamor contra los migrantes de Donald Trump en Estados Unidos, el peso de la crisis recae en los países más pobres.
El hecho de que el 85% de los refugiados estén en países en desarrollo “debería ser un elemento que disipe la percepción, la noción que prevalece en muchos países, de que la crisis de refugiados es una crisis del mundo rico”, dijo Grandi.
Otro dato surgido del informe es que la población desplazada es muy joven: el 53% son menores, muchos de ellos no acompañados o separados de sus familias.
Turquía es el país que más refugiados acoge en todo el mundo en términos absolutos, con 3,5 millones, y el Líbano es el que más recibe en relación con su población.
América Latina tuvo su lugar en el informe internacional de la Acnur sobre todo de la mano de Venezuela y Colombia, cada cual con una crisis a gran escala.
Venezuela se convirtió en la cuarta nacionalidad que más solicitudes de asilo presentó a nivel mundial, con 111.600 registradas. Más allá de los registros, un millón de venezolanos se instalaron en Colombia tras escapar del régimen de Nicolás Maduro, y otro medio millón se trasladó a Brasil, Costa Rica, México, Perú, España y Estados Unidos.
Paradójicamente, Colombia recibe un aluvión de venezolanos mientras soporta un serio problema propio de desplazados: encabeza la lista a nivel mundial en ese rubro, resultado de la lucha de décadas entre guerrilleros y fuerzas de seguridad. Una lucha que arrastra secuelas y problemas mal resueltos, pese a los acuerdos de paz con las FARC y su disolución como guerrilla.
“Muchos de los recientes desplazamientos de grandes grupos están teniendo lugar en regiones donde las comunidades han sido desplazadas varias veces en los últimos 20 años. Los grupos de población más afectados son niños y adolescentes, mujeres, indígenas y afrocolombianos”, señaló la Acnur.
La agencia subrayó el desafío que representan los miles de centroamericanos que cruzan desesperados la frontera para poner distancia de las “maras” o pandillas y el crimen organizado, la cereza del postre de la extrema pobreza que constituye, de por sí, una fábrica de migrantes. Decenas de miles de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos abandonan sus hogares, señaló la Acnur, para buscar un renacer en Belice, México, Estados Unidos, Costa Rica y Panamá.
En íntima relación con la crisis de refugiados, la ONU señaló en otro informe que el número de países en conflictos armados es el más alto de los últimos 30 años. Las “situaciones violentas”, según definió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a las guerras con más bajas, se triplicaron desde 2007. La cifra de muertos en esos y en conflictos de “baja intensidad”, en tanto, se multiplicó por diez desde 2005.