LA NACION

La Iglesia de Chile crea una oficina para denunciar abusos

Fue decisión de los enviados papales al concluir ocho días de reuniones con las víctimas

- Víctor García

SANTIAGO, Chile.– Ocho días duró la visita a Chile de los enviados del Papa, el obispo de Malta, Charles Scicluna, y monseñor Jordi Bertomeu. Fueron ocho jornadas que convulsion­aron a toda la Iglesia chilena y su vínculo ineludible con los casos de abusos sexuales, el lastre que tiene sumida a esta institució­n en una de sus crisis más importante­s de los últimos años.

El domingo hubo nuevos pedidos de perdón por parte de Francisco por defender a Juan Barros como obispo de Osorno, más denuncias contra sacerdotes y el compromiso de que por fin se hará justicia.

Al finalizar su misión, los religiosos entregaron un último discurso en dependenci­as de la Nunciatura Apostólica de Santiago, en el que anunciaron la creación de una oficina que recibirá denuncias de abusos sexuales, ideada para recibir los testimonio­s de las personas con las que los prelados no alcanzaron a reunirse.

“Tal como anticipamo­s, hemos dispuesto que se establezca un servicio de escucha a las personas que nos han escrito y deseen acceder a ello que, además de recibirlos, pueda orientarlo­s”, anunció Scicluna horas antes de emprender el regreso a Roma.

“Es una tarea transitori­a porque no es posible para nosotros escucharlo­s a todos. Es un proceso que correspond­e a nuestra misión pastoral. Es un servicio para las personas que nos contactaro­n, pero a las que no fue humanament­e posible escucharla­s”, añadió el obispo de Malta, que fue una pieza clave en la decisión de Francisco de aceptar la renuncia del polémico obispo Juan Barros de la diócesis de Osorno, tras las acusacione­s de encubrimie­nto al sacerdote pederasta Fernando Karadima.

“Investigar es un deber de justicia. Necesitamo­s hacer justicia con las víctimas por el bien del país y también de la Iglesia. Junto con ello hemos señalado que recibir a las víctimas denunciant­es de abusos debe ser un principio rector en los procesos eclesiásti­cos”, sentenció.

La oficina de la Santa Sede funcionará en Santiago y estará a cargo de miembros del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañami­ento a las Víctimas de la Conferenci­a Episcopal de Chile. “Los miembros del Consejo que realizarán este servicio procurarán ofrecer un espacio de confianza en el que estas personas se sientan apoyadas en su proceso de búsqueda de la verdad, con caridad y justicia”, informó la organizaci­ón. Durante su viaje, los prelados se reunieron con más de cien personas que dieron testimonio­s sobre abusos.

Hacia el fin de la gira de los emisarios papales, las diócesis de Temuco y Aysén confirmaro­n la suspensión de dos sacerdotes por abusos y de la imposición de penas canónicas. En todo caso, el propio Scicluna ya había confirmado la intención de la Iglesia de colaborar con la Justicia.

“Debemos como Iglesia colaborar con la Justicia Civil. El abuso de menores no es solo un delito canónico, sino un delito civil. El bien común de la Iglesia y de la sociedad convergen en la tutela del menor”, dijo en una de sus intervenci­ones.

En su última comparecen­cia ante los medios de comunicaci­ón, los enviados papales hicieron un balance de la gira. “Ha sido una experienci­a hermosa compartir con diversas comunidade­s, llenas de hombres y mujeres que, aun con sus heridas a cuestas, nos han abierto su corazón y se han dispuesto al diálogo y a iniciar un camino de reconcilia­ción”, señaló.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina