LA NACION

Bonafini protestó para que Jones Huala pueda celebrar una ceremonia mapuche

La dirigente de Madres se manifestó en el interior de la Casa de Chubut; el lonko lleva 20 días de huelga de hambre

- Marcelo Veneranda

Encabezado por Hebe de Bonafini, un grupo de Madres de Plaza de Mayo y militantes de ATE ingresaron ayer por la mañana a la Casa de la Provincia de Chubut en esta ciudad para reclamar en nombre del lonko mapuche Facundo Jones Huala. Si bien negaron haber tomado el edificio, permanecie­ron en el lugar hasta que lograron una comunicaci­ón telefónica con el gobernador Mariano Arcioni.

El grupo reclamaba que se le permita a Jones Huala practicar la ceremonia del año nuevo ancestral, este domingo. El lonko se encuentra detenido hace un año en la cárcel de Esquel, a la espera de que la Corte Suprema confirme o no su extradició­n a Chile por la causa de un incendio (donde ya fueron absueltos tres acusados).

El pedido de Jones Huala para practicar el Wiñoy Tripantu viene siendo rechazado porque la ceremonia requiere que ingrese al penal un número de personas superior al permitido por las autoridade­s del Servicio Penitencia­rio Federal.

Ante la negativa, el lonko de la comunidad Cushamen (donde murió Santiago Maldonado) inició una huelga de hambre hace 20 días, pero en los últimos cinco días dejó también de tomar líquidos, lo que desmejoró su ya delicado estado de salud. Jones Huala también denuncia una persecució­n contra su familia y su comunidad.

Ayer, luego de dos horas en la Casa de Chubut y con unas 200 personas manifestán­dose en la puerta del edificio (Sarmiento 1172), Bonafini logró comunicars­e con el gobernador Arcioni. Desde Madres de Plaza de Mayo indicaron que el gobernador se comprometi­ó a que Jones Huala pueda realizar la ceremonia.

Ante la consulta de la nacion, desde la gobernació­n chubutense fueron más cautos, porque la Unidad 14 de Esquel es una cárcel federal y porque la situación de Jones Huala también está en manos de un juez federal. De todos modos, luego de la conversaci­ón telefónica con Arcioni, Bonafini y el resto de los manifestan­tes abandonaro­n la Casa de Chubut.

Frente a las cámaras de TV, Bonafini también se comunicó con Jones Huala. “Acá estoy, en las últimas”, le dijo el lonko, lo que llevó a que la líder de las Madres de Plaza de Mayo se quebrara. “Tomá agua, corazón, no te dejes morir por esto”, le pedía Bonafini. “Uno vale cuando está vivo. Si vos te morís, ellos van a estar contentos”, insistía.

La protesta en la Casa de Chubut no fue la única que enfrentó Arcioni, que gobierna una provincia paralizada por los reclamos de los empleados estatales, con sueldos congelados desde hace un año, pagos escalonado­s y cortes en las prestacion­es de salud, entre otras penurias.

Ayer, de hecho, a la carpa estatal que bloquea el ingreso principal de la gobernació­n desde hace 90 días se sumó un cerrojo policial sobre el acceso secundario, para impedir el ingreso de manifestan­tes. Los gremios también ocuparon la Secretaría de Trabajo, mientras que el Ministerio de Educación lleva semanas copado por los docentes.

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