En Chicago, el precio de la soja cayó al nivel más bajo en 27 meses
Tras derrumbarse hasta 7,38% durante la rueda, el cierre evidenció un retroceso del 2,15% y un valor de 326,65 dólares; consecuencia de la guerra comercial entre EE.UU. y China
La soja volvió a quedar ayer en medio del fuego cruzado de los gobiernos de Estados Unidos y de China, que al acentuar las hostilidades en la guerra comercial que los enfrenta por el cobro de aranceles condujeron los precios de la oleaginosa hasta el nivel más bajo desde el 15 de marzo de 2016, tras cerrar la agitada rueda de la Bolsa de Chicago con un ajuste de US$326,65 por tonelada, contra los US$327,26 vigentes 27 meses atrás.
El cierre negativo reflejado por las pizarras resultó, sin embargo, “un mal menor” para la soja, que durante la jornada llegó a caer hasta los US$309,20, un valor que no solo implicaba una merma del 7,38 por ciento respecto del precio del lunes, sino que ubicaba a la oleaginosa en el nivel más bajo en nueve años.
“Las fuertes bajas vistas hoy [por ayer] pusieron de manifiesto una total falta de confianza del mercado en un acuerdo comercial con China y la inexorable destrucción de la demanda china por soja estadounidense con la entrada en vigor del arancel del 25% a los embarques procedentes de Estados Unidos”, explicó a la nacion desde Chicago Charlie Sernatinger, jefe Global de Futuros de Granos de ED&F Man Capital Markets Inc.
Añadió que entre los operadores se ve “muy poco probable” que antes del 6 de julio –fecha en que entrará en vigor el arancel chino a la soja estadounidense– se alcance algún acuerdo que ponga a resguardo a la oleaginosa. “Donald Trump ya no está negociando”, dijo sobre la actitud del presidente de Estados Unidos.
El movimiento bajista registrado ayer se originó en la nueva amenaza de Trump al gobierno chino de imponer más aranceles a los ya dispuestos el viernes pasado sobre bienes valuados en 50.000 millones de dólares. Ahora, se afectarían bienes por 200.000 millones de dólares.
Desde el otro campo de batalla, el Ministerio de Comercio de China advirtió que Pekín responderá “firmemente, con medidas cualitativas y cuantitativas” si Estados Unidos aplica más aranceles.
Cabe tener en cuenta que la soja es un producto muy sensible en la relación comercial entre Estados Unidos y China, dado que durante 2017 implicó negocios por 32,86 millones de toneladas y por poco más de 13.700 millones de dólares, según datos difundidos por la Administración Nacional de Aduanas de China.
Y fue por la dependencia china sobre la soja importada –para el ciclo 2018/2019 compraría entre 96 y 103 millones de toneladas– que en el inicio de la guerra comercial el mercado subestimó la posibilidad de que China adoptara alguna medida en contra de la soja estadounidense. “Está claro que el mercado nunca pensó que Trump llegaría tan lejos con su disputa por los aranceles. Hoy ambas partes sienten que pueden esperar a que sea el otro quien de un paso hacia una solución, por eso la negociación está en un punto muerto”, lamentó Sernatinger.
Desde el 5 de marzo pasado, cuando comenzó a escalar la tensión comercial entre ambos países, la soja acumula una caída del 16,66%, de 391,97 a 326,65 dólares.
“Con esta fuerte baja que experimentó la soja estadounidense puede que a los importadores chinos un arancel del 25% ya no les resulte tan onerosocomoparadejardecomprar, pero está claro que ya le trasladaron el peso de la medida a los productores de Estados Unidos vía menores precios. Sobre ellos caerá el impacto de esta disputa”, dijo Adrián Seltzer, de la firma corredora Granar SA.
El especialista agregó que la política de Trump está afectando a los mismos que fueron activos protagonistas para llevarlo a la presidencia de los Estados Unidos. “Esta cuenta la pagará el farmer y se afectará la economía de todo el Medio Oeste –zona donde se produce el mayor volumen de granos–. Así, una política presentada como un camino para generar mano de obra local terminará con una economía cerrada y con un resultado inverso. Es evidente que se subestimó a China como contendiente”, dijo Seltzer.
Pero al conflicto bilateral también se suma como fundamento bajista el clima, que está acompañando de modo casi ideal las primeras etapas evolutivas de los cultivos estadounidenses de la campaña 2018/2019. De persistir el buen tiempo, el mercado considera que el USDA deberá recalcular su proyección de cosecha de soja, que actualmente está en 116,48 millones de toneladas, para llevarla a un récord histórico próximo a los 120 millones de toneladas.
“No sabemos cuán grande será la cosecha si el clima sigue acompañando y ya no confiamos en nuestras estimaciones sobre el nivel de la demanda externa por nuestra soja”, destacó Sernatinger, para dimensionar el grado de incertidumbre que rige las acciones del mercado.
La plaza argentina de granos no registró ayer el impacto de las bajas externas. Las fábricas volvieron a ofrecer 7600 pesos por tonelada de soja para el Gran Rosario. “Vista la situación entre el segundo proveedor mundial y el principal comprador de soja, lo lógico es que se afirmen los precios en la Argentina, como ocurrió hoy [por ayer]”, dijo Seltzer.
Añadió que pese a la menor oferta por la sequía, en la actual coyuntura “no se puede descartar que desde la Argentina salga más poroto hacia China y que se importe grano estadounidense para abastecer la molienda doméstica y sostener así las exportaciones de harina y de aceite”.