El déficit externo de la Argentina creció al 5,3% del PBI en el último año
El saldo de la cuenta corriente mostró en el primer trimestre el rojo más alto desde la salida de la convertibilidad; la deuda externa creció a US$253.741 millones
El saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos mostró en el primer trimestre del año el mayor déficit para ese período, al llegar a US$9623 millones (-1,5% del PBI), de acuerdo con el informe respectivo difundido ayer por el Indec. De hecho, el déficit aumentó 34% respecto de igual período de 2017 (US$7200 millones), según calculó la consultora Ecolatina.
Por otra parte, la deuda externa del país llegó en el mismo período a US$253.741 millones y aumentó US$19.192 millones respecto del último trimestre del año anterior,
“Con estos números, en el acumulado de los últimos cuatro trimestres el saldo negativo de la cuenta corriente asciende a 5,3% del PBI (US$34.000 millones), lo que marca el registro más alto desde la salida de la convertibilidad (tanto en términos nominales como en porcentaje del PBI)”, agregó la consultora.
Igual que el año pasado, la profundización del déficit de cuenta corriente respondió a la expansión de la actividad y la apreciación cambiaria. “Sin embargo, tras la corrida cambiaria y el freno del nivel de actividad, estimamos que esta situación comenzará a revertirse a partir del segundo trimestre”, proyectó Ecolatina.
Por otra parte, el déficit de la balanza de bienes superó los US$1700 millones, casi triplicando la cifra observada en el primer trimestre del año pasado (US$600 millones).
Además, “el importante incremento de las importaciones observado en los primeros tres meses del año (21% interanual) no pudo ser compensado por el avance de las exportaciones (13%)”, destacó Ecolatina.
En tanto, el rojo del intercambio de servicios trepó 14% interanual en los primeros tres meses y superó los US$3500 millones. “El déficit se explica principalmente por el boom de turismo en el exterior: este rubro explica más del 70%” de dicho saldo, indicó el informe.
Finalmente, la consultora estimó que “esta dinámica alarmante del déficit externo no se repetirá en lo que resta del año: la mejora del tipo de cambio real y la contracción del nivel de actividad frenaran las importaciones”.
“No obstante, producto de la sequía que azotó al sector agropecuario y de los recortes en las perspectivas de crecimiento de Brasil, las mejoras serán lentas por el lado de las exportaciones. Con este panorama, estimamos que el rojo de cuenta corriente rondará los US$27.000 millones en 2018”, concluyó.