Suiza selló el boleto a los octavos en otro final a pura emoción
Suiza encarriló su clasificación al empatar con Costa Rica y ahora Suecia lo espera en los octavos de final. El último partido de la etapa de grupos encontró a los helvéticos con Costa Rica, ya eliminada, y mostró dos características de este Mundial: un final emotivo y la certeza de que ya no hay selecciones débiles. Costa Rica, que hasta ahora no había anotado en Rusia, emparejó dos veces el resultado desfavorable. Y la última, gracias a un penal en el tiempo adicionado ejecutado por Bryan Ruiz, le sirvió para, al menos, conseguir su primer –y único– punto en el torneo.
El choque, disputado en Nizhny Nóvgorod –mismo escenario de la debacle de la Argentina con Croacia–, se jugó con la cabeza en Moscú, allí donde Brasil y Serbia se medían en simultáneo. A Suiza le bastaba con no perder para pasar de rueda. El primer gol –obra de Dzemaili– hizo pensar que el conjunto suizo, preciso y punzante, la tendría fácil. Pero Costa Rica reaccionó como nunca y encontró el gol en las alturas, con Watson.
En la zona de definición, el partido fue una montaña rusa de sensaciones. Drmic anotó el segundo gol del seleccionado suizo cuando faltaban dos minutos para el final. Pero Costa Rica siguió insistiendo sin darse por vencido. Encontró un penal y Ruiz (con la ayuda involuntaria de Sommer) le dio un buen motivo para que la despedida no fuera tan dura como todos pensaban.