Se frenó la creación de empleo y cae la expectativa de contratar trabajadores
Las perspectivas de las empresas para el próximo trimestre retornaron al peor nivel de la era Macri; en abril el mercado se estancó, según datos oficiales
El mundo del trabajo no será ajeno al estancamiento que, estiman desde el Gobierno hasta economistas privados, se avecina en el país. En abril, la foto previa a la crisis cambiaria, el empleo total (privado y público) se mostró completamente quieto (0%) respecto de marzo, en la medición sin estacionalidad, aunque respecto de abril de 2017 aún reflejaba un alza del 1,7% (206.900 trabajadores nuevos).
Hacia adelante, la perspectiva es más preocupante: las expectativas de generación de empleo privado registrado de las empresas para el próximo trimestre volvieron a los niveles que mostraban en el primer semestre de 2016, el peor período para el mercado laboral desde que asumió Mauricio Macri.
Así lo estimó la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), que releva el Ministerio de Trabajo entre 3000 empresas privadas. Según el informe, un 8,3% de las empresas tiene expectativas de aumentar la dotación, mientras que el 4,9% prevé disminuirla en el próximo trimestre. Esto arroja una expectativa neta de generación de empleo del 3,4%, variable similar a la registrada entre marzo y mayo de 2016. En Trabajo, admitieron que serán meses complejos, pero estimaron que, por ahora, no hay un crecimiento de los despidos.
Nadie en el Gobierno admite que habrá despidos en un futuro cercano. Sí, en cambio, los laderos del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, reconocen que no habrá muchas más oportunidades laborales en los próximos meses. El mercado, sin dinamismo desde 2011, se freezará a la espera de buenas noticias. Hasta abril, antes de la crisis cambiaria y de la fuerte sequía, la foto era otra: aún había un leve crecimiento del empleo privado registrado, aunque ya se había estancado respecto de marzo.
Los relevamientos oficiales ofrecen un panorama completo de lo que se viene. La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de mayo, difundida ayer por el Ministerio de Trabajo, ubica la creación neta de empleo privado registrado para los próximos tres meses en 3,4%. Se trata del peor dato desde el primer semestre de 2016, el período más oscuro para el mercado laboral en la era Macri. Fue entonces cuando se discutió en el Congreso la ley antidespidos, vetada por el Presidente.
El 8,3% de las empresas tienen expectativas de aumentar la dotación en los próximos tres meses, mientras que el 4,9% prevén disminuirla, lo que arroja una expectativa neta de generación de empleo del ya mencionado 3,4%. En los primeros meses del año, ese número osciló entre el 5% y el 6%, en medio de una desaceleración económica. A fines del año pasado, en los trimestres electorales llegó a picos que superaron el 8%. Un dato relevante es que este mismo indicador entre marzo y mayo de 2017 mostraba números cercanos al 5%.
La encuesta oficial, cuyos resultados se relevaron entre el 1º y el 20 de este mes entre 3000 firmas, estimó que en mayo el empleo creció un 0,7%. Sin embargo, la película muestra ya datos negativos: entre abril y mayo cayó 0,2%. “Esto se tiene que confirmar aún en los datos del SIPA [Sistema Integrado Previsional Argentino]”, señaló José Anchorena, director de estadísticas del Ministerio de Trabajo. “La caída neta en las expectativas muestran que la tasa de entrada [la contratación en empresas] es levemente menor, pero la de salida [despidos] sigue igual”, dijo. La traducción es que hay menos empresas contratando, pero que no aumentaron los despidos.
EnlaEIL,elempleoprivadoenmayo cayó en la variación mensual en todos los aglomerados, excepto en el Gran Resistencia (+0,6%). La mayor caída fue en Mar del Plata (-0,5%). En ese lapso, tanto la industria manufacturera (-0,2%) como el comercio (-0,2%) y el transporte (-0,4%) mostraron bajas. Pero quizá lo más preocupante sea que el sector que más empleo tracciona –la construcción– comenzó a reflejar números en rojo (-0,2%). En la medición interanual todos los sectores tienen aún variaciones positivas, menos la industria (-0,9%) y transporte (-1,1%).
“Hubo cambio de tendencia, pero todavía es pronto para considerar lo que está pasando”, dijo Anchorena. “No está claro aún. Lo que vemos es estabilidad. Lo que está pasando es que las empresas están parando [de contratar] para mirar qué pasa. No echan porque tienen cierta incertidumbre sobre cuánto va a durar la recesión”, admitió el funcionario.
La foto del SIPA de abril es todavía la de un empleo estable, pero en desaceleración, a la par de la actividad económica. El sector privado registrado sumó interanualmente en ese mes 84.800 trabajadores nuevos (+1,4%). En el mes –desestacionalizado– se sumaron 2600 (0%). Si se observa el empleo total –con el sector público y los independientes–, hay 206.900 nuevos empleados (+1,7%). El cambio desestacionalizado fue 0% (400 empleados menos).
En el Ministerio de Trabajo destacaron que es una foto vieja. “Entre abril y el presente está claro que hubo una turbulencia y que ya se prevén ciertos movimientos en las variables”, reconoció Anchorena, que también observó una baja en el monotributismo. Aunque el funcionario no le dio una explicación, el monotributista –debido a su condición de flexibilidad– es el trabajador más sensible a los movimientos de la economía. En abril se perdieron 2000 empleos de esa clase.
El empleo público mostró un avance de 1% interanual (31.500 trabajadores), muy por debajo de las demás categorías. En tanto, en el mes se sumaron 4000 empleados. Los monotributistas sociales cayeron 1,4% en abril (5700 trabajadores menos), aunque en la medida interanual hubo unos 28.800 más.
La semana pasada, el Indec informó que el desempleo en los primeros tres meses fue de 9,1%, una décima por debajo del 9,2% en el mismo trimestre del año pasado. No obstante, hubo una variación positiva de la tasa de actividad (más gente buscó empleo) y hubo creación de trabajo. Sin embargo, los especialistas privados ya estimaban que los datos empeorarían en el tercero y en el cuarto trimestre del año.