Afirman que los trasplantes ayudan a ahorrar recursos en el sistema público de salud
El 77% de la lista de espera renal está en diálisis; el costo anual de la práctica excede al del implante
Según los especialistas, invertir en trasplantes es para el Estado el equivalente a hacer un uso más eficiente de los recursos en salud pública. En especial, cuando se habla de quienes aguardan un trasplante de riñón, que representan el 77% de la lista de espera.
“El costo anual de la diálisis de un paciente excede ampliamente el acumulado por un trasplante de riñón exitoso”, señala Francis Delmonico, expresidente de The Transplantation Society (TTS) y miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias. Además, explica que estas personas sufren repetitivamente de episodios que requieren hospitalización, “lo que se vuelve muy costoso”.
“El trasplante tiene un valor unitario igual a un año de diálisis. Pero al segundo año, el valor del mantenimiento del paciente se reduce a la quinta parte. Si se tienen en cuenta los costos, habría que lograr el trasplante. Por cada paciente trasplantado, el sistema sanitario coloca a dos en diálisis. Y si esto no se atiende desde el sistema, puede colapsar el requerimiento de diálisis”, señaló María del Carmen Bacqué, extitular del Incucai, en una nota publicada en la nacion el año pasado.
Domingo Casadei, director del Instituto de Nefrología de Buenos Aires y miembro asesor del Incucai, afirma que el gasto que tiene la Argentina en diálisis ronda los 600 millones de dólares anuales. Hoy, 29.940 pacientes se realizan esta práctica y 5976 están a la espera de un trasplante renal. El año pasado se trasplantó a un 20% de la lista.
“¿Qué hacen los países desarrollados para bajar el gasto en diálisis? Hay dos ejes centrales: uno es la prevención y el otro trasplantar, porque el paciente trasplantado, después del primer año, le sale al Estado la cuarta parte de que si estuviera en diálisis”, detalla Casadei. En esa línea, estudios nacionales e internacionales demuestran que el ahorro aproximado por trasplante, a partir del segundo año, es del 50% por paciente.
Para el presidente de la Sociedad Argentina de Trasplantes, Carlos Díaz, trabajar en la concientización “es clave para poner el foco en la información y la educación. El grueso de la comunidad –incluidos nuestros representantes– no tenemos muy claro por qué se hacen trasplantes. Esto hace que busquemos respuestas donde no las hay”, dice. Más conciencia equivale, para los referentes, a mejores resultados, y permitiría no solo bajar la tasa de oposición familiar, sino hacer un uso más eficiente de los recursos. Por eso, Gabriel Gondolesi, jefe de Trasplante Hepático, Intestinal y Renopancreático del Hospital Universitario Fundación Favaloro, enfatiza en que hay que invertir en salud, en trasplante, en donación y en generar centros procuradores.