Aborto: fuertes cruces de los senadores con los expositores
La exlegisladora Estenssoro dijo que “la Iglesia le declaró la guerra al Gobierno” por promover la discusión; reprochan a un médico por hablar del “negocio que hay detrás”
El debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo en el Senado tuvo ayer su jornada más tensa, en la que proliferaron fuertes cruces de opiniones entre los senadores y los expositores invitados a hablar ante el plenario de comisiones que trata el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados.
La discusión también tuvo su capítulo político con la dura intervención de la exsenadora María Eugenia Estenssoro, quien denunció que “la Iglesia Católica le ha declarado la guerra a este gobierno” por haber permitido que el Congreso debatiera la legalización del aborto.
Si bien ya venían produciéndose chispazos, la tercera jornada de exposiciones en el Senado se caracterizó por las fuertes increpaciones que recibieron algunos invitados de parte de los grupos de senadores más activos en la militancia a favor y en contra del proyecto de ley.
Una de las intervenciones más revulsivas para los que defienden la legalización del aborto fue la del médico Luis Durand, del Hospital de Clínicas, quien aseguró que detrás de los que están a favor del aborto legal “hay un grupo que hace negocio con el aborto”, que, dijo, “mueve muchos fondos”.
“No somos genocidas los que estamos a favor del aborto, colocarnos en el lugar de genocidas es innecesario, como es innecesario mostrar estas imágenes”, cruzó al facultativo Alfredo Luenzo (PJChubut), reprochándole que hubiera acompañado su exposición con un video en el que se podía ver un feto ensangrentado, supuesto producto de un aborto quirúrgico.
La sospecha de la existencia de un negocio millonario fue la idea a la que apelaron las senadores “provida” para desmerecer a varios de los expositores que hablaron a favor del proyecto.
Ese fue el caballito de batalla al que apeló Silvia Elías de Pérez (UCR-Tucumán) para interrogar a varios de los invitados. Las preguntas apuntaron a saber si reciben o recibieron fondos de la Planned Parenthood Foundation (PPF) y tuvieron como objetivos a la investigadora del Conicet Paola Bergallo y a Diego Morales, del Centro de estudios Legales y Sociales (CELS).
Bergallo ya había provocado la reacción de las senadoras “provida” cuando afirmó que el Congreso se encontraba ante la encrucijada de persistir “en la anomia o aprobar un proyecto que moderniza” la legislación. “Esa suerte de verdad revelada me da un poco de miedo; le agradezco por decirme lo que debo hacer”, le reprochó Inés Brizuela (UCR-La Rioja).
Las preguntas sobre los fondos de la PPF generaron la reacción de Beatriz Mirkin (PJ-Tucumán), quien manifestó su desagrado ante los presidentes de las comisiones porque “a los expositores les hacen preguntas tan personales y que no tienen que ver con el tema” en discusión.
Sin embargo, varios minutos después fue la propia Mirkin la que protagonizó un entredicho con el periodista Mariano Obarrio, quien en su prédica en rechazo del proyecto había asegurado que “incentiva a practicar el aborto y penaliza al que lo obstruye”, tras lo cual les pidió a los legisladores que antepusieran la ley a sus convicciones. “No quiero que me digan ni asesina ni genocida ni que me pongan en la lista de los promuerte”, le recriminó, visiblemente molesta, la peronista tucumana. “A mí no me paga nadie, no vengo acá a decir lo que me dicen”, agregó Mirkin.
También reaccionó a la intervención la mendocina Pamela Verasay (UCR), quien preguntó al periodista en representación de quién hablaba. “No pedí venir, me invitaron”, respondió Obarrio. La misma pregunta había formulado la senadora en la polémica intervención del médico Durand.
Por último, el exsenador Eduardo Menem cuestionó en duros términos el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, al que acusó de violar la Convención de los Derechos del Niño por Nacer, que tiene categoría constitucional.
“Han creado una nueva categoría de persona; es vergonzoso. Ahora tenemos a los adultos, los menores, los adolescentes y los niños por nacer que no tienen todavía 14 semanas de gestación y que son descartables”, sentenció.