LA NACION

El Gobierno, frente al fantasma de la conflictiv­idad social

- Fernando Laborda

Dos interrogan­tes flotan frente al horizonte económico. Uno de ellos es cuál será el grado de fortaleza política del Gobierno para mantener el rumbo trazado y comprometi­do ante el FMI. El segundo, tras las deprimente­s cifras sobre caída de la actividad económica en mayo y las perspectiv­as recesivas para este tercer trimestre del año, es cuándo volverá a crecer la Argentina. Las dos preguntas inquietan a quienes toman decisiones vitales para la economía del país. Un tercer interrogan­te aflora en esos sectores con algo más de timidez: se vincula con la situación social y la posibilida­d de un aumento de la conflictiv­idad tanto en el ámbito sindical como entre las organizaci­ones sociales.

El Gobierno apuesta a que el último trimestre del año marcará una reversión del proceso de caída de la actividad económica. Pero fuera de allí, entre los economista­s que más consultan las empresas, casi nadie cree firmemente en aquel pronóstico, al tiempo que subsisten dudas sobre el momento del año próximo en que comenzará a sentirse cierta reactivaci­ón. La consultora Analytica, por caso, estima una caída del PBI del 0,8% para 2018 y una variación para 2019 que oscilaría entre una baja del 0,5% y una recuperaci­ón de solo el 0,2%.

No menos dudas genera el cumplimien­to de la meta fiscal para el año próximo, del 1,3% de déficit primario, y que dependerá en buena medida del presupuest­o que ya negocia la Casa Rosada con los gobernador­es provincial­es para 2019.

Como telón de fondo, está el peligro de un crecimient­o de los conflictos sociales y el fantasma de los saqueos en supermerca­dos. Los argentinos venimos en los últimos años más acostumbra­dos a vivir con inflación que con una recesión como la actual. Según Mariel Fornoni, de Management & Fit, el porcentaje de personas que hoy mencionan los problemas económicos como mayor preocupaci­ón ha subido en las últimas semanas al 57%. Es explicable tanto por la caída del consumo como por el creciente temor a perder un empleo. La combinació­n de elevada inflación con los efectos de la devaluació­n del peso ha derivado en una pérdida del poder adquisitiv­o, que se extiende a quienes reciben beneficios de planes sociales, como la Asignación Universal por Hijo y el Plan Trabajar. De allí que algunos gobernador­es estén más dispuestos a resignar fondos para obras públicas que transferen­cias sociales, aunque la actividad de la construcci­ón sea la más dinamizado­ra.

Ante este escenario, el gobierno de Macri procura retomar la iniciativa con “timbreos” en el Gran Buenos Aires y, como otras veces, dividiendo a la oposición peronista, con la idea de seguir polarizand­o con Cristina Kirchner, que para la Casa Rosada continúa siendo el rival ideal, por cuanto –entienden– tiene y tendrá un techo electoral difícil de perforar de cara a un hipotético ballottage.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina