¿De qué protege el preservativo?
E
n la Argentina se consumen anualmente 150 millones de preservativos, producidos mayormente por dos compañías que los fabrican en Tailandia. Según datos públicos, las ventas de este producto casi se duplicaron en la última década. Gran parte de ese auge comercial se debe a las directivas emitidas desde los máximos organismos sanitarios internacionales, que instaron a los gobiernos a promover su uso para prevenir no solo la diseminación del VIH, sino también de otras enfermedades de transmisión sexual e, incluso, el embarazo no deseado.
En una declaración del 7 de julio de 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS), Onusida y el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (Unfpa) aclararon de qué protege el preservativo. Afirmaron que “los preservativos son un elemento crucial para un enfoque integral y sostenible de la prevención del VIH y otras infecciones de transmisión sexual, y son eficaces para evitar embarazos no deseados”.
En el mundo se calcula que en 2013 más de dos millones de personas se infectaron con el VIH y 500 millones contrajeron clamidia, gonorrea, sífilis o tricomoniasis.
En el país, se estima que hay 126.000 personas viviendo con VIH, pero solo 70.000 en tratamiento, ya que alrededor del 30% desconocen su situación. Otras enfermedades de transmisión sexual están en franco aumento. La notificación de sífilis se triplicó entre 2011 y 2017. Según el Ministerio de Salud, entre 2011 y 2017 creció de 3875 casos a 11.709. Pero sospechan que deben ser muchos más, ya que, según Alcira Bermejo, coordinadora de la sección que se ocupa de estas patologías en el Hospital Muñiz, no se declaran todos los casos que se diagnostican.
De allí que las afirmaciones realizadas en el Senado por el doctor Abel Albino inspiraron la inmediata reacción de un amplio arco de asociaciones científicas e investigadores. Las sociedades de Infectología, de Medicina, de Microbiología, de Vacunología y Epidemiología, y de Investigación Clínica, entre otras, denunciaron “enérgicamente la falsedad” de estos dichos y dicen que “toda la literatura científica especializada y las buenas prácticas médicas aconsejan el empleo del preservativo como uno de los medios de mayor eficacia a fin de prevenir la transmisión sexual del virus de la inmunodeficiencia humana y otros agentes infecciosos”.
En el mismo sentido, los doctores Alberto Kornblihtt, director del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias, y Pedro Cahn, director científico de la Fundación Huésped, aclararon aspecto de esas declaraciones. “El doctor Albino afirmó que el profiláctico no protege de nada, porque el virus del sida atraviesa la porcelana –afirmaron–. La elección del material porcelana como contraposición al látex de los preservativos no es inocente y tiene por objeto generar miedo en la población. En efecto, los virus fueron descubiertos en 1899 como agentes infecciosos que, a diferencia de las bacterias, pasaban de largo por filtros porosos de porcelana no esmaltada. Los poros de esos filtros son lo suficientemente grandes como para que pase el agua, lo que en ella esté disuelto y los virus, pero demasiado pequeños como para que pase una bacteria, un hongo o un protozoario. El látex es impermeable, no tiene poros como la porcelana no esmaltada [...] Las células infectadas con VIH que podrían ser causa de un contagio son tan grandes que no pasan los filtros de porcelana y tampoco atraviesan el impermeable látex”.
Onusida, la OMS y el Unfpa afirman que los preservativos proporcionan una barrera impermeable para partículas del tamaño del esperma y los patógenos de las enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH. “Si se utilizan de forma sistemática y correcta, los preservativos son muy eficaces para prevenir la transmisión sexual del VIH”. Y agrega: “El preservativo ha tenido un papel decisivo en los esfuerzos de prevención del VIH, las enfermedades de transmisión sexual y el embarazo no deseado en muchos países [...] Un análisis estimó que el preservativo había evitado en torno a 50 millones de nuevas infecciones por el VIH desde el inicio de la epidemia[...] Se requieren una inversión adecuada y un mayor fomento del preservativo para mantener las respuestas al VIH”.