La AFA tiene su grieta
Mientras cerca del presidente Tapia filtran el nombre de Pekerman para la selección, Angelici sugiere a Sabella; el predio en Marbella fue eje de otro contrapunto político en la institución; de fondo, una puja: Macri vs. Moyano
Tapia y Angelici ya no se llevan tan bien tras el Mundial; el presidente quiere a Pekerman en el seleccionado y el mandamás de Boca pide a Sabella
Un matrimonio por conveniencia gobierna la AFA. Es un maridaje entre el fútbol de ascenso y Daniel Angelici, el presidente de Boca y, sobre todo, canciller de Mauricio Macri en el fútbol. Ante cada situación límite, el ascenso va hacia un lado, y el empresario del juego, hacia el otro. Se miden. Se estudian. Se relojean, pero nunca llegan a las manos. La alianza se dobla, pero no se quiebra.
El tiempo, en este caso, juega para el presidente Claudio Tapia. Porque sabe que su poder es real, mientras que el de Angelici es derivado de Balcarce 50. Como líder de Ascenso Unido, a Tapia le responden el Consejo Federal, la primera B Nacional, la B metropolitana, la C y la D. Tiene diálogo fluido y sintonía directa con algunos clubes de la A, como Rosario Central y Argentinos Juniors. Ni hablar de Independiente, en el que su suegro Hugo Moyano maneja casi todo. Tapia gobierna con mayoría automática en el poder ejecutivo del fútbol (el comité) y en el legislativo (la Asamblea). Y gracias a sus operadores políticos, negoció con el paraguayo Alejandro Domínguez la vicepresidencia segunda de Conmebol. Es el tercer hombre más poderoso del fútbol sudamericano y tiene una relación fluida con Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, que ya visitó dos veces la Argentina.
Angelici sabe que si va al choque, pierde. No le conviene, siquiera, llegar a una votación en el comité ejecutivo sobre, por ejemplo, el próximo entrenador del seleccionado. Nadie lo contará, pero puertas adentro Ascenso Unido le pasará factura por haber ido a buscar a Jorge Sampaoli –el DT que también tenía el visto bueno del presidente Macri– para guiar a Lionel Messi y sus compañeros en el Mundial de Rusia. Con un contrato que excedía el mandato de la gestión de Tapia. Y sin cláusula de salida en caso de un mal desempeño por la Copa del Mundo. El entorno del titular de la AFA recordará que su candidato era Mauricio Pochettino, un imposible. Y que sólo después de que otros entrenadores de prestigio, como Diego Simeone se negaran a negociar apareció el nombre de Sampaoli. Tapia lo aprobó y Angelici negoció con Sevilla para traerlo.
“La AFA es un ministerio. Y, como tal, las presiones vienen de la política. Y más cuando Tapia está expuesto por su trabajo”, dice un integrante del comité ejecutivo. Tapia debe compatibilizar el sillón de Grondona –su cargo no tiene remuneración– con la vicepresidencia del Ceamse, un trabajo rentado que depende, claro, de la política.
“Lo llaman todos los días. De todos lados. Le sugieren cosas. Lo tironean”, abunda la fuente, que pide anonimato. Tapia, que supo vestir la camiseta número 9 de un club de sus amores, Barracas Central, es un equilibrista autodidacta. Sus días suelen comenzar con reuniones en el predio Julio Grondona, de Ezeiza. Y terminan en la calle Viamonte. En algún momento habla por teléfono con sus aliados. En algún momento, también, escucha sugerencias. Hasta alguna crítica. Algo de eso le ocurrió en Barcelona, cuando tomó el teléfono y escuchó del otro lado a Fernando De Andreis, secretario general de Presidencia de la Nación, que le habló del amistoso con Israel. Tapia sería el encargado de suspenderlo. Y se justificaría ante un mar con una frase para la historia: “Es un aporte a la paz mundial”.
“Si el Tano quiere algo tiene que embarrarse, llamar... Mandar Whatsapp... En las oficinas de la AFA no tiene a nadie que le responda”, asegura un integrante de Ascenso Unido desde la primera hora. Algunos pensaron que Gerardo León, contratado como gerente general de la AFA luego de pasar por un proceso de selección mediante una consultora externa, era el caballo de Troya de Angelici. Después de todo, León provenía del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), que depende del Ministerio de Modernización. Y antes, mucho antes, había sido el responsable deportivo del fallido desembarco de Exxel Group en Quilmes. Era el embrión de las sociedades anónimas deportivas (SAD) en el fútbol argentino. La única batalla política que perdió por goleada el Macri presidente de Boca que aspiraba a llegar a la Casa Rosada. El amigo de Angelici.
La última jugada del Tano en la AFA salió mal. Se enojó con Alejandro Nadur, el presidente de Huracán e histórico aliado, por una demanda legal que inició contra otro directivo (Pascual Caiella, vicepresidente de Estudiantes de La Plata) luego de una acalorada discusión en la sede de la Superliga. El conflicto escaló: desde hace algunas semanas el puesto de Nadur como tesorero de la AFA pende de un hilo. Como fue el propio Angelici el encargado de repartir los cargos entre los dirigentes de la A que están en el comité ejecutivo, el presidente de Boca ofreció a Nicolás Russo (Lanús) ocuparse de los números. La respuesta fue negativa. El hombre del sur bonaerense sueña con ser coordinador de selecciones. Y tiene un hombre para heredar el buzo de DT que dejó Sampaoli: Jorge Almirón. A Russo no le seduce nada estampar su firma en los cheques de la AFA. Ahora ese cargo podría ser para Gabriel Pellegrino, el presidente de Gimnasia La Plata.
Alrededor de Angelici aseguran que la gestión de Tapia no es todo lo rosa que quieren mostrarla. El predio en Marbella detonó un cortocircuito. “Es ridículo. No sé de dónde salió. Si me plantearan algo así, me reiría”, dijo Angelici en Radio Continental. Un grupo de clubes de la A se juntó el miércoles cerca de la sede de la Superliga... para hablar de la AFA. “Cuatro o cinco cosas tienen que cambiar”, pronostica uno de los asistentes a esa cumbre. “Las reuniones del comité ejecutivo de la AFA son testimoniales. Muchas de las cosas que se concretan ahí ya vienen definidas. Los que no son del ascenso se enteran en el momento”, protesta un dirigente que mira de reojo al presidente de la AFA. Todo parecido con Julio Humberto Grondona es pura casualidad. o no. Después de todo, Tapia fue un histórico aprendiz del hombre de Sarandí.
Así como Independiente, Racing y Boca participan activamente en la gestión de Tapia, San Lorenzo y River –los otros grandes– optaron por la prescindencia. Allegados a Tapia recuerdan que el cargo de Rodolfo D’onofrio en FIFA fue propuesto por la AFA que él gobierna. Y que a Matías Lammens, el presidente de San Lorenzo, se lo tentó para integrar el comité ejecutivo y hasta le ofrecieron un puesto en Conmebol. “Si no están, es por que no quieren”, interpretan.
Los vaivenes de la alianza de la AFA dependerán del gobierno nacional. A mayor conflictividad social, menor influencia podrá ejercer Angelici en las decisiones que impacten en la pelota. Porque, además de representar al Poder Ejecutivo, el presidente de Boca ya aclaró una y mil veces que a fines del año próximo abandonará Boca. Tapia, en cambio, tiene mandato hasta marzo de 2021.
En los últimos días, el sanjuanino dio una señal. La AFA aprobó la postergación del partido por Copa Argentina que Independiente –el club de su suegro– debía jugar con Brown, de Adrogué. La entidad roja quería centrarse en su preparación para disputar la copa Suruga Bank en Japón. Pero, acto seguido, confirmó un amistoso con UAI Urquiza, para el mismo día en que debía medirse con Brown. La AFA hizo silencio. “Puede ser un mensaje para Macri. A Tapia ya no le temblará el pulso a la hora de apoyar a su suegro”, razonan cerca del directivo. Y la verdadera guerra, entonces, será Macri vs. Moyano. Una vez más.