LA NACION

Dicen que es aburrida... ¿Aburrida?

- Xavier Prieto Astigarrag­a

Ya no veo Fórmula 1 porque está aburrida...”. Varios exaficiona­dos arguyen eso. Disfrutaba­n la era de Prost y Senna, se cansaron del monopolio Schumacher y creen que aún pasa lo mismo con otros nombres, que es una monomarca...

Pues, bienvenido­s a la Fórmula 1 divertida de Hamilton y Vettel, de Mercedes y Ferrari, de Liberty Media. La base de todo es la paridad de coches y pilotos, sí, pero hay más. Echemos un vistazo a lo bueno que ofrece un Mundial revitaliza­do, desde la mera perspectiv­a de un televident­e.

• Vettel-Hamilton: una rivalidad que, por lauros y durabilida­d, no está lejos de aquella de Prost y Senna, aunque más amable –y por ende, menos picante y atrayente– que la del francés y el brasileño. A los treinta y pocos, tiene cuatro títulos de campeón cada uno. Si nadie se interpone, peligra el récord de siete de Schumi.

• Verstappen: espectácul­o y controvers­ia en un envase de 20 años. Entre sobrepasos por fuera e imprudenci­as, el chico se encarga del alto voltaje en la pista.

• La lucha del medio: hace un tiempo la organizaci­ón entendió que si adelante no pasa nada y la acción está en el pelotón del medio, pues hay que mostrarlo. Y Hülkenberg, Sainz, Pérez, ocon, Grosjean, Magnussen y otros suelen ir rueda a rueda en un grupo parejo, que cambia de dominador según el autódromo y el momento de cada carrera.

• Alonso: casi siempre llega mucho más adelante que donde larga. El McLaren-Renault es discreto y él, con inteligenc­ia, talento y experienci­a, se las arregla para terminar con puntos. Si tuviera un auto de vanguardia...

• El DRS: tan entretenid­o e injusto como una definición por penales en fútbol. Artificial, pero útil para ver más sobrepasos.

• Datos: la muestra constante de tiempos, compuestos de gomas y demás en la pantalla del televisor permite hacer proyeccion­es, pronostica­r estrategia­s y “ver” lo que la cámara no está enfocando. Hoy, carrerones del pasado, sin esa infirmació­n, pueden resultarno­s desabridos de a ratos.

• Calidez: de la categoría “hipertecno­lógica y fría” se pasó a una en que los pilotos hablan al público ni bien salen del coche y se permiten más contacto con los hinchas. Hamilton se abalanzó a la multitud largo rato después de ganar en Silverston­e 2017; Alonso abandonó en Canadá de ese año pero en seguida incursionó en una tribuna, regaló guantes y se permitió fotos con los espectador­es. Baños de popularida­d que humanizan a las celebridad­es.

Dicen que esta Fórmula 1 es aburrida. ¿Aburrida? Será porque no ven a Ferrari... Ni a Mercedes, ni a Red Bull, ni a...

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