May prepara al país para un Brexit “apocalíptico”
Llamó a acopiar reservas de bienes básicos
PARÍS.– Atrapada entre la intransigencia de la Unión Europea (UE) y los halcones de su propio partido, la primera ministra británica, Theresa May, decidió recurrir a una “estrategia del apocalipsis” para abordar la fase final de las negociaciones con el bloque y evitar así un Brexit “duro” o una ruptura brutal sin acuerdo.
Con el doble propósito de presionar a Bruselas y galvanizar a la opinión pública, May aconsejó esta semana a la población y a las instituciones públicas británicas constituir reservas de comida, medicamentos, sangre y productos de primera necesidad. El gobierno, dijo, estima necesario preparar al país para el caso extremo de que el Brexit pueda desembocar en una ruptura brutal de los vínculos comerciales con la UE después del 29 de marzo de 2019, fecha prevista para el divorcio definitivo de Europa.
La mayor parte de los alimentos y medicamentos que consume el país provienen del continente, y en caso de ruptura brutal deberán someterse a largos procesos de control sanitarios y aduaneros en los pasos fronterizos.
“Es el mayor desafío logístico que hemos debido enfrentar en tiempos de paz”, comentó Mire Sompesan, director general de la Asociación de la Industria Farmacéutica Británica (ABPI), aunque se mostró escéptico sobre la eficacia de la medida. La misma actitud mostró la asociación British Retail Consortium (BRC), que agrupa a los grandes grupos distribuidores de alimentos. “No tenemos la infraestructura necesaria para almacenar productos alimentarios, y en el caso de los productos frescos, es simplemente imposible”, explicó un vocero de la BRC.
May dijo que esas medidas solo buscan “tranquilizar” a la población. Pero parte de los medios políticos estiman que esas medidas traducen, por un lado, las dificultades de la primera ministra para convencer al ala más eurófoba del Partido Conservador de conservar lazos estrechos con la UE. La primera ministra supone que la perspectiva de un escenario apocalíptico podría incitar a los tories más duros a aceptar el Brexit “blando” que ella defiende.
Por otra parte, esos anuncios constituirán una presión suplementaria sobre Bruselas para mostrar la determinación “churchilliana” del gobierno en momentos en que las negociaciones con la UE entran en una fase decisiva.
El escenario apocalíptico de un post-Brexit sin acuerdo final ya figuraba en un informe preparado a pedido de David Davis, el ministro encargado de negociar la salida del Reino Unido. Pero Davis renunció el 13 de julio en desacuerdo con la línea supuestamente “conciliadora” adoptada por May.
La hipótesis central prevé escasez de alimentos, falta de medicinas en los hospitales y el colapso del puerto de Dover, principal vía de entrada y salida de las mercancías del Reino Unido. El peor de los tres escenarios planteados, bautizado Armagedón, además de los inconvenientes anteriores, contempla la interrupción total del flujo de mercancías y el desabastecimiento de combustibles, lo que provocaría una situación de caos extremo.
La preocupación también existe en Bruselas. La cascada de dimisiones en el gabinete británico y la falta de acuerdo en asuntos claves hacen temer que lo que parecía imposible pueda convertirse en real.
El 20 de julio, la Comisión Europea pidió a empresas, gobiernos y ciudadanos que intensifiquen los preparativos para hacer frente a un Brexit caótico si el 29 de marzo de 2019 no hay acuerdo.
En todo caso, una reciente encuesta del instituto IpsosMORI reveló que solo el 30% de los británicos aprueban la forma en que May conduce las negociaciones.