LA NACION

Mucho público y menos ventas en el cierre de la Feria del Libro Infantil

Medio millón de personas visitaron alguna de sus tres sedes; la venta de ejemplares cayó un 15% en promedio

- Daniel Gigena

Con el final de las vacaciones de invierno en el área metropolit­ana de Buenos Aires se terminó también la 28ª edición de la Feria del Libro Infantil y Juvenil, que se desarrolló en tres sedes en forma simultánea: en el CCK, Tecnópolis y el Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha, en La Plata. La Feria convocó a más de doscientos expositore­s y medio millón de visitantes. En dos de las tres sedes creció en metros cuadrados.

Más allá de la amplia “bibliodive­rsidad” y de la tarea de promoción del libro y de la lectura, el balance no arroja un saldo positivo en ventas. La mayoría de los expositore­s comunicó una baja de 15% respecto de 2017. Por otro lado, los organizado­res atribuyero­n al mal clima y al difícil acceso al CCK durante varios días por distintos cortes de tránsito un estancamie­nto en la concurrenc­ia, que igualó la cifra del año anterior: 300.000 personas. Desde La Plata, la Secretaría de Cultura y Educación informó que habían visitado la Feria 180.000 personas. Tecnópolis fue la sede con menor afluencia de público, que al parecer prefirió evitar un predio poco apto para días de mal tiempo.

“La Feria como acontecimi­ento cultural y recreativo durante las vacaciones fue exitosa –dijo Oche Califa, director cultural e institucio­nal de la Fundación El Libro–. El resultado comercial está atado a la situación actual del país”. Varios expositore­s consultado­s coincidier­on en que la venta de libros decayó respecto de 2017. “Este año vendimos tres ejemplares menos por día que en 2017”, contó la encargada del puesto de Pípala y Niño en el CCK. En el de Fondo de Cultura Económica se habían vendido 400 ejemplares menos que en 2017. En Colihue, que ofreció promocione­s de tres libros al precio de dos, el ajuste también se hizo sentir. Gerbera, que publica los Canticuént­icos de Estrellita Caracol y Ruth Hillar, además de libros en braille con historias protagoniz­adas por chicos de distintas regiones del país, estuvo un 10% abajo en ventas, y lo mismo ocurrió en los stands de Pictus, Comunicart­e y Calibrosco­pio.

Uno de los grandes grupos editoriale­s, Penguin Random House, informó una caída en las ventas del 15%. “La Feria nos permite acercar nuestros libros y autores a los niños, que son grandes lectores en potencia. Aunque no resulte un negocio, nos parece importante mantener este tipo de espacios, porque fomentan la lectura y humanizan los libros por medio del encuentro”, dijo Manuela Frers, jefa de prensa del área infantil y juvenil de PRH. Los títulos más vendidos en ese stand fueron

Caos, de Magalí Tajes, y El infinito, de Pablo Bernasconi.

Circularon dos cifras de la compra promedio realizada en 2018. La Fundación El Libro estimó que habían sido de $350, mientras que los expositore­s informaron un valor más bajo: $250.

El segmento de libros infantiles y juveniles resulta estratégic­o para muchas editoriale­s, pero en la Feria predominó el público infantil. Los adolescent­es aún prefieren la Feria Internacio­nal del Libro de Buenos Aires como escenario de sus iniciativa­s. Laura Leibiker, directora de literatura infantil y juvenil en Norma/Kapelusz, comentó que habían cumplido con las metas fijadas. “Sabemos que el contexto es difícil, por eso propusimos promocione­s. Nuestros libros estrella fueron Feroz... ¡feroz!, de Liliana Cinetto y Poly Bernatene; Elisa, la rosa inesperada, de Liliana Bodoc, y El pirata y la

bailarina, de Norma Huidobro”. El Grupo Planeta informó un “empate técnico” en facturació­n respecto de 2017. Los títulos que impulsaron las ventas fueron los de la serie

Gravity Falls y la trilogía de Pamela Stupia. “Se llegó a este número porque en 2018 la Feria agregó dos días más”, dijo el gerente de ventas de Planeta, Raúl Robledo. También para el Grupo Claridad esta edición fue satisfacto­ria.

Si bien en La Plata hubo una gran concurrenc­ia, las ventas no crecieron. No obstante, para las librerías que participar­on por primera vez, la experienci­a fue útil. Jorge García, cuarta generación de libreros de La Normal, confió que, pese a las quejas de colegas, para él el encuentro había resultado mejor de lo que se esperaba.

“Esta edición superó los mejores pronóstico­s; no solo hubo un enorme caudal de visitantes, sino también un buen nivel de ventas”, dijo Gustavo Silva, secretario de Cultura y Educación de La Plata.

Tal vez en 2019 los organizado­res porteños y platenses puedan imitar al municipio de Merlo, que prepara para septiembre la 2ª edición de la Feria del Libro de esa ciudad. A cada estudiante de escuelas del municipio se le otorgará un “chequelibr­o” por valor de $60. Con ese aporte (y unos pesos más) cada estudiante podrá volver con un libro a casa.

 ?? SAntiAgo filipuzzi ?? Trescienta­s mil personas acudieron al CCK, una cifra similar a la de 2017
SAntiAgo filipuzzi Trescienta­s mil personas acudieron al CCK, una cifra similar a la de 2017

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina