Dos en la multitud, o cómo obtener música de las palabras
El poeta Juano Villafañe y la cantante Débora Infante cruzan sus artes para dar forma a una propuesta de suma teatralidad; mañana, en el Centro Cultural de la Cooperación
El libro de poemas Públicos y privados, del escritor y gestor Juano Villafañe y el nuevo disco de la cantante y compositora Débora Infante, 17 cicatrices, dieron forma a una propuesta teatral y musical denominada Dos en la multitud. El proyecto surgió casi por casualidad. Ambos creadores se conocieron durante un homenaje a Miguel Ángel Asturias que se concretó en el Centro Cultural de la Cooperación. Luego de varios encuentros, los artistas decidieron dar forma a un trabajo común que presentan los martes en uno de los escenarios de Centro.
La experiencia sirve como preámbulo para abrir el Festival Latinoamericano de Poesía, que anualmente, durante el mes de agosto, programa el complejo de la calle Corrientes y que busca cruzar la poesía con expresiones como la música, el teatro, el cine. “La centralidad de la poesía es un tema que siempre está en discusión –dice Juano Villafañe–. Es cierto que adquiere visibilidad cuando se edita un libro y cuando hay un lector. Pero también hay una forma de encontrarse con ella a través de la canción. Hay, además, una relación fundante en la historia del teatro, donde el actor coloca el cuerpo para decir la palabra”.
Ambos artistas confiesan poseer una empatía natural tanto en la visión de lo artístico como en lo ideológico y poético. “Es así que no fue difícil comenzar un proceso de creación que creció lentamente –explica Infante–. Musiqué un poema de Juano y un día me propuso hacer este espectáculo. La idea fue de él y la teatralidad con la que vamos a presentarlo, también. En ese aspecto tenemos una misma concepción. Me interesa hacer recitales donde aparezca cierta teatralidad. Me gusta buscar los secretos, los matices que encierra cada canción. Busco revalorizar eso. Me sorprendió el punto de contacto que había entre su libro y mi mirada universal y particular de la femineidad. El disco viene a honrar eso haciendo foco en la potencia creadora de la mujer. Desde su libro él hace un aporte importante con relación al tema. Y empezamos a ensamblar Dos en la multitud desde ahí”.
Villafañe comenta que en su experiencia poética han sido muy importantes los tránsitos de ciertas relaciones que se fueron dando entre lo público y lo privado, a veces con resultados contradictorios y otras, complementarios. “El poema –cuenta– sale de la intimidad del poeta, incluso de cierta intemperie en la que la poesía se cultiva. Está entre los márgenes, siempre funciona por los alrededores”.
Hijo del gran maestro Javier Villafañe, Juano no puede dejar de lado su historia personal. “Nací en un teatro, viví en un teatro”, dice con cierta nostalgia. “Por lo tanto esas relaciones con el centro de la producción del espectáculo y la periferia de lo poético o la intimidad de lo poético fueron batallas personales –aclara– y, a la vez, pruebas poéticas. Creo que la indagación de lo público es tan interesante como aquello que se relaciona con lo privado. Y así surgió este libro, es producto de esas experiencias”.
Débora Infante es una intérprete que primero se relacionó con el folclore y luego fue abriendo su campo de producción conviviendo con otras expresiones del canto popular y la musicalización de destacados poetas como José Martí, Armando Tejada Gómez, Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda. “En algún momento participaba de reuniones de poetas donde ellos hablaban y yo terminaba haciendo un recital –cuenta la intérprete–. Era algo más disociado, más estándar. Nunca lo hice desde lo teatral, que es lo que siempre me gustó. El escenario como un lugar donde se desarrolla un ritual, algo sagrado. Con este proyecto queríamos salir de lo estandarizado: canción-poema, canción-poema. Necesitamos construir un relato distinto. No sabemos qué va a pasar. La idea es ir de la periferia al centro. Que el poema se vaya acercando a la canción. El espectáculo arranca con lecturas de él mientras va ocupando distintas posiciones en escena hasta que se encuentra con el espacio de la canción que yo represento. Y ahí hacemos un núcleo duro de canciones. Y, después, se encuentra conmigo y se da un diálogo entre su palabra y mi canción”.
Al respecto, Juano Villafañe reconoce que le resulta muy interesante hacer ese recorrido de intimidades que va a ser visitado o revisado por el público. Encuentra que una de las mejores formas de concretarlo es a través de la canción. “Débora posee un particular decir poético –sintetiza–. Ella canta poéticamente. No necesariamente porque se exprese de una manera unívoca, sino que trabaja sobre mixturas, fusiones latinoamericanas y argentinas de tradición y las músicas urbanas de hoy. Hace una reelaboración con sentido de lo moderno que me impactó mucho. En general hay una tradición muy grande entre el que compone y el que dice que se ha cultivado mucho en los escenarios”. Este proceso es una nueva muestra de ello.