Los “abrevalijas” apuntaban a Miami
La banda empleaba también a “mulas” para ingresar contrabando
Todo comenzó con una llamada anónima que alertó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) sobre que un chofer de Aerolíneas Argentinas (AA) “andaba en el tema de los ‘abrevalijas’”. Después de 15 meses de investigación, la Justicia no solo desarticuló una organización dedicada a robar objetos valiosos de las maletas de los aviones que aterrizaban en el aeropuerto internacional de Ezeiza, sino que también dejó al descubierto cómo otro empleado de la línea aérea de bandera viajaba, junto con cómplices que utilizaba como “mulas”, a Miami para regresar con mercadería de contrabando, apoyándose en la colaboración de personal aduanero que permitía que el equipaje eludiera los controles de los escáneres en la terminal aérea.
Así surge de una reciente resolución del juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, por la que procesó a diez sospechosos. Entre los imputados sin prisión preventiva se encuentra Fernando García, de 36 años, de profesión técnico aeronáutico y empleado de AA, que entre abril de 2017 y junio de este año viajó ocho veces a Miami.
Para el juez, esos viajes no eran por placer, sino parte de un plan criminal.
Viene de tapa
“Se repite una constante en las migraciones del nombrado [por Fernando García], esto es que salía del país con destino a los Estados Unidos y regresaba al país como máximo 48 horas después de su partida, lo que hace suponer que no iba a vacacionar como refirió, sino que iba al solo efecto de hacerse de la mercadería para su posterior comercialización en la Argentina”, afirmó Villena en su resolución.
Entre la mercadería que compraba en los Estados Unidos para ser comercializada después en el país por medio de ventas online, según el expediente judicial, había herramientas de la marca Craftsman.
Pero, además de esas herramientas, según la imputación, ingresaba de contrabando iphones y ropa sin pagar los aranceles aduaneros. “Queda demostrado de manera contundente que García traía de contrabando mercadería de Miami, aprovechándose de su calidad de empleado público de la firma Aerolíneas Argentinas y de los ‘contactos’ que le brindaba el ejercicio de sus funciones dentro de dicha empresa”, afirmó Villena en el auto de procesamiento de 171 páginas.
Para cumplir su objetivo, según se desprende del expediente judicial, García contaba con la colaboración de otros pasajeros que hacían las veces de “mulas” para ingresar su mercadería.
El magistrado afirmó que las valijas que traían García y las “mulas” no pasaban por control alguno “en virtud de la colaboración de personal de la Dirección General de Aduanas (DGA)”.
El contacto de García con la DGA habría sido José Miguel Pastor, que cumplía funciones en el aeropuerto de Ezeiza. A diferencia del empleado de AA, este imputado fue procesado con prisión preventiva.
La línea investigativa que puso bajo la lupa de los detectives de la PSA a García y Pastor surgió por medio de las intervenciones de las líneas telefónicas ordenadas para dar con la banda que se dedicaba a robar objetos de valor de las valijas de los pasajeros.
Fuentes judiciales desatacaron el trabajo hechos por los detectives de la PSA. “Esa nueva línea, compuesta por García, la cual se dedicaría al contrabando de mercadería –herramientas de trabajo de diversos tipos y modelos en su mayoría marca Craftman, prendas de vestir, iphones, entre otras cosas–, provenientes de los Estados Unidos que eran obtenidas a un precio valor mucho más económico que en la Argentina. Al arribar al país evadían los controles aduaneros por la connivencia de García con Pastor, funcionario de la Aduana que cumplía funciones en el salón de arribos del aeropuerto internacional de Ezeiza; de ese modo, evitaba pago de tributos.
Como se dijo, los imputados fueron diez. Además de García y Pastor, fueron procesados un chofer de pista de Aerolíneas Argentinas, identificado por fuentes judiciales como Luis Vera, y ocho empleados de la firma intercargo.
Un vehículo con doble fondo
Vera, de 44 años, fue procesado con prisión preventiva. El juez Villena lo consideró el jefe de la asociación ilícita. El sospechoso había acondicionado su camioneta Renault Master con un doble fondo para poder ocultar los objetos robados de las valijas. El vehículo estaba ploteado con el logo de Aerolíneas Argentinas.
En el expediente se incorporó una escucha telefónica en la que el sospechoso le comentaba a su interlocutor que buscaba un taller mecánico para hacer el doble fondo.
“Se pudo verificar la existencia de una organización criminal cuyo objeto a priori era la sustracción reiterada de elementos de valor del interior de los equipajes que manipulaban los empleados de la firma intercargo, así como de la bodega de los aviones de Aerolíneas Argentinas para su posterior comercialización”, sostuvo el juez.
Al explicar cómo se desenvolvía el presunto jefe de la organización, el magistrado explicó: “Por medio de las escuchas telefónicas se puede advertir el rol preponderante de Vera y la singular manera de tratar de silenciar a la gente que lo llamaba, la cual hablaba abiertamente de los hechos delictivos que aquí se investigan como un aspecto naturalizado frente a la sustracción de cosas ajenas. En reiteradas oportunidades lo alertaron sobre que estaba siendo investigado, por lo cual Vera tomaba extremos recaudos en su accionar”.
Venta de cocaína
Además, a Vera lo procesaron por tenencia de estupefacientes para su comercialización. En uno de sus domicilios le secuestraron 16 kilos de cocaína. Si bien hasta el momento no se pudo verificar, una de las hipótesis que analizaron los investigadores fue que el sospechoso se topó con un contrabando de droga y se quedó con los estupefacientes.
La droga fue hallada en un inmueble de Vera en Dinamarca al 2000, en Monte Grande, donde también la PSA secuestró una escopeta y anotaciones donde se registraba una especie de contabilidad respecto de las ventas, deudas, entregas y distintos pesajes en gramos.
“Con respecto a los fines de comercialización, el mismo es claro en virtud del hallazgo tanto de las anotaciones en el domicilio referido como de las tres balanzas de precisión secuestradas en el domicilio donde se detuvo a Vera”, afirmó el magistrado en su resolución.